La cohesión social tras la Covid-19
Es un hecho que la pobreza socioeconómica genera conflictos familiares, provoca exclusión social, compromete la cohesión y amenaza la estabilidad, situación en que nos podemos encontrar tras la pandemia de la Covit-19. El diagnóstico que hacía la fundación Foessa es preocupante y los desafíos y retos son enormes. Reforzar las prestaciones sociales y los servicios públicos es un deber de justicia, como lo es generar las condiciones que activen la creación de empleo, reducir la brecha educativa o facilitar el acceso a la vivienda. Y tan importantes y urgentes como estos son generar redes comunitarias de apoyo y fortalecer la acción comprometida de la sociedad civil. Velar por la cohesión social es deber del Estado, pero también lo es, no lo olvidemos, de una sociedad consciente de sus deberes.