Es un escrito depurado, hermoso y valiente; de aquellos que se desea tener en las manos hasta culminar su lectura. Ello explica el éxito que ha tenido en Europa. No es un texto académico, sino una mirada documentada a través de los ojos y sentimientos de sus personajes a una etapa de la historia universal entre fines del siglo XIX a mediados del XX.
De su texto aprendí mucho y pude comprender mejor el proceso que involucra a judíos y palestinos, pero por sobre todo, encontré admirables ejemplos de expresión de la naturaleza humana en donde nace la verdadera amistad, el amor, la comprensión y la compasión, valores éticos que hacen capaces a las personas de superar sus diferencias y convivir en paz.
Al comenzar a leer, nuestras opiniones pre determinadas (los prejuicios) pasan como ráfagas en nuestras mentes.Sin embargo, a medida que se avanza en las historias paralelas de dos familias, una judía y otra palestina, relatadas en una conversación entre un anciano semita y una periodista española que trabaja en una ong europea pro palestinos, se va reflejando una realidad en la cual los personajes, más allá de sus credos religiosos y del color de su piel, son seres humanos que enfrentan sus destinos, tratando de encauzarlos en una convivencia donde la amistad y el amor, entrelazan sólidos vínculos, perdurables, más allá de las tensiones religiosas y políticas.
La historia se desarrolla en Polonia; en San Petersburgo, en la Rusia de los Zares, la Revolución de los bolcheviques, la II Guerra con el horror nazi y la opresión de Stalin;en el París de comienzos del siglo XX y el de lasguerras mundiales;en Jerusalén, cuando palestinos y judíos convivían en paz en la tierra desértica que trabajaban incansablemente para hacerla producir.
Hombres y mujeresque luchan por un lugar donde poder vivir en paz, lo que hasta ahora es difícil de conseguir, como se compruebaen la historia de la Humanidad, una y otra vez. Son millones de personas huyendo de la muerte, del horror de las guerras.
En Rusia, el ejército y la policía zarista amparan los progroms. (ataques masivos contra la población judía). Solo aquellos con contactos en la Corte podían vivir con menos sobresaltos;pero los judíos en general, no tenían acceso a estudiar en las universidades o realizar determinadas actividades laborales, entre muchas otras prohibiciones. Además, enfrentaban a la policía secreta, que los acusaba de revolucionarios, de colaborar con los revolucionarios bolcheviques, lo cual en muchos casos era verdad, pues la monarquía zarista era una férrea dictadura.
Los judíos aspiraban a la libertad, al respeto de sus derechos y veían la revolución como un camino hacia la democracia. En las clandestinas reuniones del Comité Central del Partido Bolchevique se hablaba yiddish, lo cual demuestra cómo pensaba la mayoría de la comunidad judía en la Rusia de los Zares. Sin embargo, la Revolución de 1917no implicó cambio en las circunstancias represivas que sufrían, pues la represión anti judía arreció desde los inicios del régimen comunista y obligó a la huida de Rusia, sorteando peligros gracias a la ayuda recibidaen el camino a Suecia, por parte de desconocidos.
Al llegar por fin a París, afloran sentimientos contradictorios; sentimientos de culpa por los que no pudieron ir. Ambiguas añoranzas. Búsqueda permanente de la identidad propia que late en el fondo del ser.
Jerusalén. Palestina. Tierra nuestra, pretendida por otros. Nos la quieren quitar, no es justo, los palestinos estamos aquí desde siempre. La vamos a defender. Podríamos compartirla y convivir en paz…
El amor se manifiesta en diversas expresiones. Sentimiento indescifrable, de origen desconocido. Correspondido a veces. Imposible otras: Sufrido en solitario por no poder superar barreras infranqueables…
Matrimonios arreglados que se mantienen exclusivamente por la costumbre, por razones religiosas. Historias de amores cruzados entre judíos y árabes: amores imposibles, pero tan sólidos que están presentes toda una vida, expresándose en miradas furtivas, para no ser desleales con el esposo, con la esposa.
Incapacidad de amar después de tanto sufrimiento. La mujer nunca narrará lo que le hicieron. La barbarie Nazi, la Guerra. Los enemigos de nuestros enemigos, son nuestros amigos. Vidas cruzadas. Pelean por la supervivencia.
Un Sultán se queda con Turquía con el apoyo de los ingleses. La gran Siria (Las actuales Arabia, Siria, Jordania, el Líbano, Irak y Palestina) es dividida y el sueño de la gran nación árabe se diluye por los intereses encontrados entre los países que la conformarían.
Los países árabes hablan en inglés o en francés según estén bajo control de Gran Bretaña o de Francia.
El Holocausto y su macabra verdad.
Miles, millones de muertes en los campos de exterminio. La mayoría judíos y también discapacitados, homosexuales, opositores políticos, gitanos; cualquiera que no respondiera a los cánones racistas o trataran de oponerse al nazismo.
Josef Mengele, médico nazi, llamado el “ángel de la muerte”,en el campo de concentración y exterminio de Auschwitz experimentó con bebés gemelos,forzando brutalmente sus nacimientos, aplicando sustancias letales a bebés, a sus madres, a niños…; se aserraban músculos y huesos en vida y sin anestesiar a las víctimas… extracción de órganos vitales a personas vivas…
Se cierra la pinza desde el Este y el Oeste formada por los ejércitos aliados que encerró y derrotó finalmente al ejército alemán. El yo no sabía… la respuesta fácil de la población civil alemana a la pregunta de por qué apoyaron a Hitler, un asesino.
Europa no sabía qué hacer con los judíos sobrevivientes de la II Guerra. No querían autorizarlos a establecerse en sus países y tampoco permitían que fueran a establecerse en Palestina donde Gran Bretaña tenía la administración del territorio por acuerdos de las fuerzas vencedoras. Estados Unidos por su parte, tampoco permitía la migración masiva judía.
Luchando, siempre luchando…
contra las fuerzas de ocupación inglesa en una época,en contra de los árabes, encontra de los judíos en otra, y entre ellos, una creciente ola de violencia. Las víctimas: soldados sin uniformes, judíos y palestinos, pero principalmente civiles: niños, mujeres, ancianos, no importa…
No hay que dejar que los judíos invadan Palestina, nos quieren quitar nuestra Patria donde los palestinos hemos estado desde siempre, desean destruirnos, expulsarnos.No lograrán hacerlo.
Tenemos derecho a una Patria. Los judíos estuvimos en Palestina desde hace miles de años. Los sobrevivientes del Holocausto tienen derecho a vivir como personas. Compraremos y ocuparemos terrenos, instalaremos Kibutz como experiencias de vida comunitaria. No hay marcha atrás.
Atentados terroristas de grupos judíos en contra de los ingleses. Una guerra entre ejércitos irregulares cuyas consecuencias las sufren familias de ambos lados. El control de una carretera, de un pueblo, de una montaña. Enfrentamientos sin fin. Dolorosas rupturas de amistades de toda una vida. La partición de Palestina. Los acuerdos de las Naciones Unidas. Dos estados: uno palestino e Israel… fronteras seguras…
Generación tras generación, convivían en paz; amistad entre niños judíos y palestinos; amores imposibles en razón de raza, de religión…
La ambición de tener mayor poder, causa de destrucción y sufrimiento entoda la Tierra. Ha sido la historia de la especie humana que se repite una vez más.
La sufrida dignidad de la mujer en culturas y religiones en donde el hombre-con poquísimas excepciones- tiene siempre la primera y la última palabra.
Observar cómo van muriendo hijos, nietos, esposos, esposas, y los que quedan, viven un poco más, añorando a sus seres queridos y sufriendo por las amistades que se desmoronan poco a poco, como por efecto de una maldición. Esperando la muerte con dignidad, a veces anhelándola como la manera de reencontrarse con el ser amado que partió antes.
El diálogo que transmite las historias, cuza transversalmente todo el libro, cerca del final alcanza los niveles contemporáneos de las vidas de sus protagonistas.
El libro termina, pero queda la angustia al pensar que las noticias diarias sobre el Medio Oriente, constituyen versiones renovadas de un enfrentamiento endémico entre dos pueblos formados por personas que tienen mucho más en común de lo que ellos mismos se dan cuenta y que la anhelada paz, llegará cuando palestinos y judíos, como seres humanos, puedan convivir como lo hicieron en algunas etapas de su historia pasada.
No dispares, ya estoy muerto, es una motivación para que cada uno de nosotros ayudemos a construir la paz; lo que puede sonar utópico, pero la verdad, es la única opción frente a la guerra.
Sugerimos, no… Exhortamos a la lectura del libro.
En especial a quienes pueden dar a conocer su valioso mensaje entre la gente joven, quienes espero alcancen a tener la oportunidad de ver en el transcurso de sus vidas, la convivencia pacífica entre palestinos y judíos.