El petróleo ha duplicado su valor en el último año y los que más dependen de él, como los transportistas y los pescadores, cada vez ganan menos. Los pescadores españoles, italianos, franceses y portugueses están en la misma situación que los camioneros británicos.

Este miércoles, los pescadores franceses, españoles, portugueses e italianos comienzan una huelga indefinida porque consideran que los gobiernos no están haciendo nada para evitar que los precios del crudo reduzcan sus beneficios. Los camioneros británicos han colapsado las principales capitales de su país para advertir al ejecutivo de Gordon Brown que, de seguir así, muchas empresas de transportes cerrarán.

Los trabajadores son conscientes de que sus gobiernos no pueden controlar las fluctuaciones del crudo. Por eso lo que les piden a sus gobiernos es que renuncien a una parte de sus impuestos sobre los carburantes para que el precio de consumo baje o, como mínimo, se estabilice.

Los camioneros británicos piden que se les dé el mismo tratamiento que a las empresas de autobuses, es decir que se les cobre el valor total de los combustibles pero que Hacienda les devuelva una parte del impuesto cuando vayan a tributar.

Las pesqueras están viendo, como dice el secretario de la patronal española CEPESCA, Javier Garat, cómo el precio de sus productos siguen en "niveles de hace veinte años" mientras que el fuel ha aumentado más de un 320 por ciento desde 2003.

Los salarios de los profesionales europeos del transporte y la pesca son los que más sufren, como todos los trabajadores de baja cualificación, la presión de la competencia extranjera y la espiral de la bolsa de la compra. Las subidas del combustible han sido la gota que colmó el vaso.