Europa, Política, Portada
LLuis Foix (foixblog.com)

LLuis Foix (foixblog.com)

Merz frente al ánimo de los alemanes

El futuro canciller Friedrich Merz tendrá que superar los escollos que la extrema derecha y la izquierda extrema van a plantearle para gobernar, a pesar de tener un gobierno de gran coalición sólido.

El mapa político alemán desemboca necesariamente en una gran coalición entre la CDU y su hermana bávara la CSU y los socialdemócratas del SPD. Alemania giró a la derecha en las elecciones del domingo a pesar de que el más que probable canciller, Friedrich Merz, consiga presidir un gobierno prescindiendo de Alternativa para Alemania (AfD), la extrema derecha que consiguió un espectacular avance situándose como la segunda fuerza política y, por lo tanto, la oposición más poderosa en el próximo mandato.

La AfD ha alcanzado un 20.8 por ciento de los votos y cuenta con las simpatías de Donald Trump y con la participación activa de las redes sociales de Elon Musk que hizo una extensa entrevista a la líder ultraderechista en plena campaña.

El socialdemócrata Olof Scholz ha sufrido un fuerte descalabro, el peor que el SPD ha conocido desde la caída del muro de Berlín. Se quedó con el 16.4 por ciento de los votos, por debajo de la extrema derecha. Los liberales que estaban en la coalición de gobierno han quedado fuera del Bundestag y los Verdes han mantenido posiciones.

La coalición democristiana encabezada por Merz no tiene otra alternativa que abrazarse a un SPD disminuido al trazar un cordón sanitario para impedir un gobierno con la extrema derecha. Ha sido una victoria de la derecha clásica que tendrá que gobernar con la oposición de la extrema derecha que tiene ideas muy fijas sobre la inmigración, las relaciones con la Rusia de Putin, la guerra de Ucrania y la recuperación económica del país.

La gran coalición es frecuente en Alemania. Angela Merkel presidió tres gobiernos coaligados con los socialistas y liberales. Pero fue una experiencia con resultados mediocres que la coalición encabezada por Scholz ha acentuado. Alemania se ha instalado en un pasado industrializado que ya no es competitivo, solo hay un 15 por ciento de fibra óptica en todo el país, la dependencia energética de Rusia acercaron la política alemana a Putin construyendo los gasoductos en el mar Báltico. Dependencia de Putin y sin una liderazgo definido en una Europa escasa de estadistas.

Una nueva coalición empezará a gobernar con distintos personajes pero con políticas muy parecidas.

Un dato sociológico inesperado es el avance de la extrema izquierda, Die Linke, que ha conseguido un 8.8 por ciento de votos a pesar de la crisis interna causada por la escisión de Sahra Wagenknecht, que rozó el 5 por ciento, solo le faltaron 13.000 votos, pero no ha entrado en el parlamento. El dato interesante es que la extrema derecha y la extrema izquierda cuentan con más de un tercio de los votos en el nuevo Bundestag. Estos dos partidos pequeños serán un problema para Merz que los necesitará para aprobar leyes que chocarán con los bloqueos de estas minorías. Los Verdes, con buenos resultados de casi el 12 por ciento, no son necesarios para una coalición ni tampoco para formar una minoría de bloqueo.

El nuevo gobierno tendrá varias prioridades: recuperar el ánimo de los alemanes con políticas productivas y sociales; involucrarse más en el fortalecimiento de Europa frente a las amenazas de la Rusia de Putin y construir un sistema de seguridad europea ante las intenciones de Donald Trump de romper o minimizar los lazos trasatlánticos.

foixblog

// OTROS TEMAS QUE TE PUEDEN INTERESAR

// EN PORTADA

// LO MÁS LEÍDO

// MÁS DEL AUTOR/A

Menú