EP / EDE. – El dirigente de los Verdes suizos Noël Pedreira asegura en un artículo en Le Temps que hay numerosos indicios de que la “tentativa de lobby” de Batasuna junto a algunos parlamentarios suizos “podría permitir a medio plazo” a esta formación “y de rebote, a la organización terrorista ETA”, utilizar el “territorio suizo como retaguardia de sus actividades”.

El artículo de Noël Pedreira recuerda que un militante de Batasuna, "Jon Andoni Lekue", ha estado contactando con parlamentarios suizos en el Palacio Federal de Ginebra y se refiere especialmente al diputado nacional socialista Carlo Sommaruga, con el fin de crear un "grupo de amistad Suiza–País Vasco". Sobre esta cuestión, un diputado nacional del Partido Suizo del  Trabajo, Josep Zisyadis, informó a Europa Press de que se ha creado en el Parlamento suizo un "grupo de amistad con el pueblo vasco" que está copresidido por él mismo, por el ecologista Daniel Vischer y por el socialista Carlo Sommaruga.

 

Reproche al socialista Carlo Sommaruga

 

Precisamente a este último se refiere el dirigente de los Verdes del cantón de Jura para preguntarse por qué Sommaruga "privilegia el diálogo con Batasuna en detrimento de otras formaciones políticas vascas que siempre han condenado la violencia ciega de ETA". "De hecho," afirma "el nuevo presidente del Gobierno vasco, Patxi López, es miembro del Partido socialista" y se pregunta "por qué Sommaruga, socialista como él, no se toma la molestia de contactar con él o con otros socialistas del País Vasco". El firmante del artículo recuerda que Francia ha servido de "retaguardia" de ETA durante muchos años pero que la "colaboración fructífera" entre las policías francesa y española está permitiendo desmantelar numerosas estructuras de apoyo a la banda terrorista en suelo galo.

 

Además, apunta que la UE también ha contribuido a aislar a ETA y a sus redes de apoyo y afirma que "si Francia no es ya esa retaguardia de la que se benefició ETA en el pasado y si la UE ha colocado a ETA y a Batasuna en la lista de organizaciones terroristas, le quedan pocas puertas de salida". También expone que un informe sobre la seguridad interna suiza, publicada por la Oficina Federal de la Policía, subrayaba ya en su edición de 2004 que era posible que "terroristas y simpatizantes de ETA traten de implantarse" en otros países, "entre ellos Suiza".

 

"Grupo de amistad" como lobby proetarra

 

Por ello, concluye que "parece cada vez más claro que el lobby efectuado por Batasuna persigue un fin bien preciso: encontrar un sitio, fuera de la UE, que permita crear de nuevo redes de apoyo al movimiento independentista vasco del tipo de Batasuna y, por lo tanto, de ETA". Añade que "bajo la cobertura de grupos de amistad o asociaciones culturales se intenta crear una verdadera retaguardia que permita difundir y apoyar la ideología y las actividades de Batasuna y, como resultado, de ETA".

 

El integrante de los Verdes suizos expone que un grupo de diputados belgas de diferentes partidos políticos han visitado recientemente el País Vasco y "han vuelto conmocionados" porque han compartido el "día a día de los concejales vascos no nacionalistas y no independentistas". Señala que son "varios cientos" los "amenazados de muerte por ETA que viven todo el año bajo protección policial y en una atmósfera pesada de miedo". Por ello sugiere que un viajen un grupo de parlamentarios federales para vivir la misma experiencia pero "con la condición, evidentemente", de que un miembro "de Batasuna no sea su único guía".

 

Noël Pedreira hace esta afirmación después de explicar, en su artículo, que el encargado de realizar los contactos en el Parlamento vasco para crear un "grupo de amistad" es un miembro de Batasuna. Se trata de Jon Andoni Lekue Eguren, quien también ha estado realizando labores de representación de Batasuna en Bélgica en los últimos años. Lekue ha sido imputado en 2008 por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, junto a otros 19 dirigentes de la izquierda abertzale, acusado de desviar fondos de la ilegalizada EHAK a Batasuna.

 

En concreto, Garzón le acusa de haber recibido en su cuenta de ING Belgium dos transferencias de 10.000 euros cada una. Un dinero que procedía de EHAK desde octubre de 2007 hasta diciembre de ese mismo año, unos meses antes de que fuera ilegalizada esta formación política. Por ello, el magistrado pidió a las autoridades belgas que congelaran las cuentas y los fondos de Jon Andoni Lekue, quien ahora está tratando de recuperar la iniciativa internacional de Batasuna y, para ello, ha establecido contactos con varios partidos suizos.