Según la Casa Blanca, los presidentes coinciden en la resolución de condena a Cuba que presentarán ante Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

CONTRA CUBA

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llamó el martes
por teléfono al mandatario mexicano, Vicente Fox, y ambos acordaron trabajar
juntos para mejorar la situación de los derechos humanos en Cuba, en la antesala
de una resolución sobre el tema en la ONU.

La comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que tiene
previsto votar en los próximos días una resolución sobre Cuba, analizará una
moción que presentó Honduras en la que insta al gobierno comunista de Fidel
Castro a respetar los derechos humanos y permitir la entrada a la isla de un
inspector de la ONU.

Aunque Estados Unidos no ha firmado como copatrocinador de la
moción hondureña, ha dejado en claro que la apoya, junto con las naciones de la
Unión Europea que son miembros de la comisión, según diplomáticos.

“Los dos mandatarios discutieron sobre la sesión de la Comisión de
Derechos Humanos en Ginebra. Ellos estuvieron de acuerdo en la importancia de la
aprobación de una resolución sobre Cuba en la sesión y trabajar juntos en
mejorar la situación de los derechos humanos en Cuba,” dijo McClellan. Las
relaciones entre México y Cuba se enfriaron notablemente durante el gobierno de
Fox debido a una serie de escándalos diplomáticos.

Tras casi un siglo de solidaridad con Cuba y haber sido un aliado
clave de la isla en Latinoamérica, México votó por primera vez en contra de La
Habana en la comisión de Derechos Humanos de la ONU durante el gobierno del
conservador Fox, quien asumió en diciembre del 2000.

México, quien tradicionalmente se abstenía de votar la resolución
sobre Cuba, rompió con su tradicional política exterior de no intervenir en los
asuntos internos de los países por respeto a la soberanía.

El gobierno cubano ha acusado al ahora candidato presidencial
mexicano Jorge Castañeda, quien pasó de las filas comunistas en la década de
1970 a canciller de Fox hasta enero del 2003, de ser un político al servicio de
los intereses estadounidenses.