Política

Chile: Las tareas de la oposición en una democracia

Artículo de la web de Libertad y Desarrollo que analiza, desde la óptica chilena, el papel de las fuerzas de oposición

MIRADAS
Cuando una sociedad se enfrenta a un problema rara vez sabe con anticipación qué
persona o grupo encontrará finalmente la mejor solución. En el reconocimiento de
este hecho radica uno de los valores fundamentales de una sociedad libre: la
competencia de las distintas soluciones llevará finalmente a la sociedad a
encontrar la respuesta optima a sus dilemas. Por el contrario, si se restringe
la libre competencia de las ideas, es probable que la sociedad pierda la
oportunidad de contar con la mejor solución.

Entre muchas otras una de
las ventajas de la democracia como sistema político es que recoge este
principio. En una democracia los ciudadanos eligen entre personas o grupos de
personas que les proponen proyectos distintos para la sociedad.

Pero
puede suceder que en algún momento el grupo elegido por la mayoría no cuente con
las mejores soluciones y que otro lo supere. Una de las grandes ventajas de la
democracia es entonces que mediante la persuasión cualquier opinión minoritaria
puede convertirse en mayoritaria.

En este sentido la democracia es un
sistema político que gracias a la competencia y al debate de distintas ideas y
proyectos tiene una gran capacidad de aprendizaje. Si una coalición de gobierno
no realiza satisfactoriamente su trabajo, la ventaja de la democracia radica en
que la oposición tiene posibilidades de llegar o de participar del poder.


Sin embargo, esta virtud de la democracia sólo se hace realidad si las
minorías, aunque no se encuentren en el poder, trabajen por una parte en la
elaboración de soluciones para la sociedad y por otra, en persuadir a la mayoría
de la validez de sus ideas. Porque “el progreso consiste en que pocos convenzan
a muchos”.En este sentido cabe recordar las palabras expresadas por Eugenio
Tironi en un seminario realizado después de las elecciones presidenciales de
1999.

“La pasada elección presidencial fue la primera contienda
electoral genuinamente competitiva que ha habido en Chile desde el retorno de la
democracia en 1989. Por ello es la más contundente prueba de que el país tiene
actualmente una democracia madura, porque este es un asunto que no depende sólo
de la estabilidad de las instituciones, sino del hecho de que quienes están en
el poder sienten el temor de perderlo, y que aquellos que están en la oposición
tienen la posibilidad de ganarlo”.

Por lo tanto, no sólo la coalición
que se encuentra en el Gobierno sino que también los grupos que están en la
oposición tienen una importante tarea a cumplir para hacer de la democracia un
buen sistema político.

La importancia de la
alternancia en el poder


Lo interesante de la democracia es que
las personas o grupos que no llegan al Gobierno pueden aportar con sus ideas a
través del debate público o a través del Congreso.

Por lo tanto, la
primera tarea de la oposición en una democracia consiste en debatir las
proposiciones que hace el Gobierno, porque a través de estas discusiones es
posible encontrar mejores soluciones para los distintos problemas de la
sociedad. Por otra parte, tiene la tarea de controlar, en representación de los
ciudadanos la actuación del Ejecutivo, en aras de que este se mantenga dentro de
los márgenes del Estado de Derecho.

No obstante la misión de una buena
oposición no termina acá, una tarea crucial es que los grupos que se encuentren
fuera del poder lleguen a ser una alternativa real de Gobierno. En este sentido
una oposición que sólo tenga vocación de oposición y no de gobierno no cumple
cabalmente con el rol que le debe a la sociedad dentro de un sistema
democrático. Esto porque el hecho que no exista una alternativa real a la
coalición gobernante tiene diversas consecuencias negativas.

El primer
efecto que se produce en una coalición que lleva mucho tiempo en el poder es el
agotamiento natural tanto de las personas como del proyecto. El ímpetu inicial y
las ideas novedosas para solucionar los problemas de la sociedad tienden a
disminuir con el paso de los años.

A esto se suma que la permanencia del
mismo grupo de personas que se rotan en los distintos cargos del gobierno, trae
consigo una creciente probabilidad de producir corrupción. Por otra parte, una
coalición de gobierno que no se siente amenazada, o sea que no percibe que la
oposición tiene una alternativa real de llegar al gobierno, pierde una de las
razones más importantes para tratar de hacer mejor las cosas: el miedo a perder
el poder.

A esto se suma que los grupos que llevan mucho tiempo en el
poder y que se sienten seguros, se vuelven impermeables a las ideas que vienen
de afuera de su círculo. Tienden a no escuchar las soluciones que propone la
minoría aunque podrían ser mejores, todo porque la minoría no tiene
posibilidades de transformarse en mayoría.

En todo caso aunque los
ciudadanos sientan que el gobierno no ha hecho bien su trabajo le van a renovar
su mandato si no perciben que en la oposición existe un proyecto alternativo
realmente viable. En este sentido la tarea de la oposición es doblemente
relevante.

Las tareas de la oposición
chilena

Los partidos que conforman la Alianza por Chile se
encuentran en la oposición desde hace ya quince años. En este tiempo han hecho
un gran aporte al buen funcionamiento de la democracia y del gobierno chileno.
Han debatido las proposiciones del gobierno criticando cuando les parecía
necesario, aportando ideas nuevas cuando les parecía pertinente y aprobando los
proyectos del gobierno cuando les parecía que eran un aporte para el
país.

Sin embargo, hasta 1999 la Alianza estaba cumpliendo sólo con una
de las tareas que le corresponde en una democracia. Porque recién después de
esas elecciones la coalición opositora demostró que podía ser una alternativa
real de gobierno.

Los Retos del
Futuro


Los difíciles acontecimientos que se vivieron la semana
pasada dentro de la Alianza marcaron el inicio de la siguiente etapa en el
trabajo de la oposición chilena. En las palabras de Joaquín Lavín, “se ha dado
inicio a una etapa nueva en que el objetivo de ganar la presidencia pasa a ser
la prioridad número uno”.

El primer desafío tanto de la Alianza como de
su candidato presidencial es mantener y sumar personas y grupos al proyecto
común. En este sentido es importante comprender que sólo sumando y no restando
se logrará la meta. Por lo tanto, la diversidad que aportan tanto la Unión
Demócrata Independiente como Renovación Nacional al proyecto de Joaquín Lavín
para llegar a la Presidencia tienen que ser vistos como una riqueza y
oportunidad y no como un elemento de conflicto y dificultad. En este sentido los
esfuerzos tanto del candidato como de los partidos por recomponer las confianzas
y armar una buena base de trabajo común, serán cruciales para el
futuro.

A esto se suma el desafío de que se llegue a un buen acuerdo
municipal que mantenga y aumente la fuerza electoral de la Alianza. Por otra
parte, las distintas personas y grupos involucrados en este desafío deberán
comenzar a trabajar con firmeza en la preparación del proyecto que le dará a
Chile la oportunidad de contar con un gran caudal de ideas nuevas para
solucionar los distintos problemas que enfrenta la sociedad.

En todo
caso, después de los dolorosos acontecimientos de la semana pasada tanto el
candidato presidencial de la Alianza como los partidos que la componen han
demostrado al país que pueden cumplir con las tareas que se les
encomiendan.

Ahora toca la siguiente etapa: demostrar que son capaces de
sobrellevar con éxito los distintos desafíos que se les presenten en el camino
cuya meta es cumplir con la segunda tarea importante de una oposición en
democracia: ser una alternativa real de Gobierno.

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