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Chile: crecimiento y caída de la inversión

En esta edición, el Informe del instituto chileno Libertad y Desarrollo de Coyuntura Económica señala que, aunque el Gobierno puede sentirse satisfecho con una expectativa de crecimiento en torno a 2%, ello no es suficiente y la caída de la inversión es una luz de alerta que debe ser considerada con la máxima atención.

El Imacec de febrero pasado, que reportó un incremento de 4,5% en 12 meses, superó
nuevamente las expectativas del mercado y, si bien contiene elementos transitorios provocó un cambio en la mirada de los analistas para 2024. En esta línea, la Encuesta de
Expectativas Económicas del Banco Central contiene una corrección al alza en las
proyecciones de crecimiento para este año, pasando de 1,8% en marzo a 2,5% en abril.
Este cambio en la mirada para lo que resta del año podría generar un efecto
potencialmente negativo, en el sentido de que el actual Gobierno -que no es muy
exigente en esta materia- podría reducir la urgencia de perseverar en medidas pro
crecimiento. Estas políticas tuvieron mayor atención gubernamental durante el año
pasado cuando la contracción de la economía era apremiante.

Sin embargo, de acuerdo al último Informe de Política Monetaria del Banco Central
(IPoM, marzo 2024), la estimación de mediano plazo sobre el crecimiento del PIB de
nuestra economía es en promedio de 2,2% para el período 2024-2026. Además,
descontando la expansión de la población (0,6%), se obtiene un aumento anual de
apenas 1,6%. Este resultado, tal como se analizó en el Tema Público N°1.6082, es
claramente menor al registrado en las últimas décadas, además de insuficiente para
enfrentar la carencia de bienes públicos aún vigente.

Adicionalmente, el Instituto Emisor contempla en el mismo IPoM una caída en la
inversión de -2% para el presente año, que sumada a la contracción de -1,1% de 2023,
enciende una alerta por el impacto que ello tiene sobre el crecimiento tendencial. En
este sentido, los modelos de crecimiento como el de Solow y Swan (1956) y de Grossman y Helpman (1994) establecen que la inversión o acumulación de capital físico y humano es uno de los pilares del crecimiento, junto con el aumento de la fuerza laboral. De esta manera, cuando la inversión cae de forma consecutiva, como ocurrió durante la segunda administración Bachelet, no solo se ve afectado el desempeño del periodo correspondiente, sino que altera la trayectoria del ingreso per cápita para los años que están por venir.

De esta manera, aunque el Gobierno puede sentirse satisfecho con una expectativa de
crecimiento en torno a 2% para este año, ello no es suficiente y la caída de la inversión
es una luz de alerta que debe ser considerada con la máxima atención.

Informe completo en este enlace.

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