El Gobierno cubano ha anunciado una serie de medidas económicas encaminadas a contrarrestar las anunciadas por la Administración Bush hace unos días.
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Martes, 12 de noviembre 2024
El Gobierno cubano ha anunciado una serie de medidas económicas encaminadas a contrarrestar las anunciadas por la Administración Bush hace unos días.
EEUU-Cuba
El Gobierno de Cuba ha tomado medidas económicas de excepción, entre ellas la
restricción de las ventas en dólares, para responder a las que considera
“brutales y crueles” iniciativas adoptadas recientemente por EEUU. El objetivo
de estas acciones de la Administración Bush sería “estrangular” el desarrollo
del país, según un comunicado oficial del Ejecutivo cubano.
La semana
pasada, Washington anunció nuevas medidas económicas contra el gobierno de
Castro, entre las cuales está disminuir las ganancias de la isla por concepto de
turismo, principal actividad recaudadora de divisas, y limitar las remesas
familiares que envían los cubanoamericanos a sus parientes en Cuba.
La
reacción cubana incluye la restricción de ventas de las tiendas en dólares
únicamente a alimentos y artículos de aseo, así como el incremento de los
precios de los productos a la venta en estos establecimientos y del combustible.
De momento, la tasa de cambio del peso cubano y el dólar se mantendrán
inalterables. La reacción del Gobierno de Castro se concreta en un listado de
quince medidas que ya se han comunicado a la población.
Además, para
contrarrestar el efecto de la acción norteamericana, ser prevé incrementar “la
producción de níquel, cobalto y la búsqueda de petróleo y gas mediante nuevas
técnicas hasta lograr autoabastecimiento”. En materia de inversiones, se dará
“prioridad total a las de más rápida amortización y mayores beneficios
inmediatos”.
Por otro lado, los mercados agropecuarios donde los
campesinos ofertan sus productos a precios libres y los mercados agrícolas
estatales continuarán funcionando bajo las mismas normas, según la nota oficial.
Un esfuerzo común
La nota oficial
del Gobierno cubano insta a la población a colaborar apretándose el cinturón
ante estas circunstancias. Así, señala que “la población y todas las empresas de
producción y servicios deberán realizar el máximo esfuerzo en la creación con
calidad y ahorro de recursos de todos los bienes y servicios posibles”.
Como contrapartida por todos estos esfuerzos, se asegura el
mantenimiento de los precios de los productos contemplados en las cartillas de
racionamiento, así como los programas de salud pública, educación, viviendas,
cultura.
“Si las medidas adoptadas no fuesen suficientes para enfrentar
los obstáculos, se adoptaron las que sean necesarias y siempre bajo el principio
de que los requerimientos esenciales de la población serán priorizados”, subrayó
el comunicado oficial.
Pero la noticia que ha generado en Cuba una mayor
reacción en la población ha sido el anuncio de que subirían los precios de los
alimentos y de los combustibles que se venden en tiendas de divisas a lo largo
de todo el país. De hecho, la noche que se dieron a conocer estas medidas por
televisión, miles de personas se agolparon en las tiendas de alimentos de las
gasolineras, las únicas abiertas por la noche, para comprar alimentos,
combustible y electrodomésticos.
Las tiendas en dólares surgieron para
que los cubanos gasten su dinero como forma de recaudar moneda convertible y con
ese fin todos los productos son gravados con un 240% de impuesto. Por tanto, con
esta medida el Gobierno se privará de una de sus principales fuentes de
ingresos.
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