Mercosur, Comunidad Andina de Naciones y Consejo Monetario Centroamericano han celebrado encuentros esta semana. En la foto, Fox en la cumbre de Mercosur.

TRES ENCUENTROS TRANSNACIONALES EN LA REGIÓN
El ex presidente argentino Eduardo Duhalde, que preside el Comité de
Representantes Permanentes del Mercosur, ha asegurado esta semana que “hay un
espíritu muy fuerte de concreción de la unión sudamericana”, que sería la
asociación más grande del mundo en territorio y la tercera asociación económica
del mundo, detrás de la Unión Europea y el Tratado de Libre Comercio de América
del Norte.

Esta semana han coincidido tres foros que demuestran la
pujanza de este espíritu de unión. El Mercosur ha celebrado su cumbre en
Argentina, la Comunidad Andina de Naciones se ha reunido en Quito y el Consejo
Monetario Centroamericano ha elegido Tegucigalpa. En los tres casos coinciden la
búsqueda de vías de colaboración en el aspecto económico, sin olvidar las
cuestiones políticas y sociales.

Ocho presidentes latinoamericanos han
asistido a la reunión semestral de Mercosur que ayer se clausuró en Puerto
Iguazú (Argentina), durante la cual Argentina transfirió la presidencia
protémpore del organismo a Brasil.

En su discurso inaugural, el ministro
argentino de Exteriores, Rafael Bielsa, destacó que durante la presidencia
ejercida por su país el Mercosur logró avances como el progreso de las
negociaciones para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, India y
China. Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay son los miembros plenos del
Mercosur, mientras que Bolivia, Chile y Perú son los países asociados del
bloque.

Pese a esos avances, ya desde su inicio la cumbre tuvo que
afrontar turbulencias, debidas a la polémica surgida entre Argentina y Brasil
por las restricciones que el Gobierno de Kirchner acaba de imponer a la
importación de electrodomésticos procedentes del país carioca. Este
enfrentamiento se ha entendido como una contradicción con algunos de los
objetivos centrales del encuentro, definidos por el propio Bielsa. Entre ellos
figuraban definir un código aduanero común, garantizar la libre circulación de
productos, incrementar la coordinación macroeconómica y tender hacia la
armonización tributaria.

Unidad efectiva y
notoria

En su discurso de apertura Bielsa dijo además que el
bloque económico debe “exhibir solidez y unidad que se proyecte al exterior”.
Así, su país ha propuesto que los socios del Mercosur, en un plazo de 60 días,
aprueben en sus parlamentos una ley que obligue a cumplir e incorporar a su
legislación la normativa común del bloque.

También abogó por avanzar en
torno a la aprobación de un Tribunal de Resolución de Controversias Permanente,
además de disponer que se elimine la doble tributación de aranceles externos
para productos importados que entran por un país con destino a otro, pese a que
algunos socios no ceden en ciertos aspectos.

La
incorporación de México y Venezuela

Una de las cuestiones
centrales de esta reunión ha sido la incorporación al bloque de los países
presididos por Vicente Fox y Hugo Chávez. Hay que recordar que México no cumple
dos de los requisitos básicos exigido por Mercosur para concretar su adhesión:
la ratificación del protocolo de Ushuaia, que excluye del proceso a cualquier
país en el que se produzca una ruptura del orden democrático, y la celebración
de un Acuerdo de Libre Comercio con la región.

México tiene acuerdos de
preferencias arancelarias con los miembros del Mercosur y un tratado de libre
comercio con Uruguay, pero se considera difícil que avance en acuerdos
comerciales más profundos por su pertenencia al Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLC) con Estados Unidos y Canadá, con sus propios aranceles
comunes.

La incorporación como “observador” ha sido una solución
política a las aspiraciones de México de propiciar una mayor integración de
América Latina, de cara al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y del
Mercosur de ampliar su influencia externa, de manera de fortalecer su papel en
las negociaciones comerciales internacionales.

Finalmente, Venezuela y
México serán asociados del Mercosur, según decidieron ayer los cuatro
presidentes del bloque, pero antes deberán sellar tratados de libre comercio
(TLC) con esta unión aduanera.
< Venezuela está a punto de lograrlo, dado que sólo faltan dos o tres meses de un proceso burocrático. A México le falta un largo camino de conversaciones para un TLC.