Mientras en México el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la recta final de su mandato, defiende a capa y espada su fallida política pública de “abrazos y no balazos” hacia los poderosos carteles de la droga mexicanos, en Estados Unidos la Justicia ha declarado la guerra frontal contra Ismael Zambada García, alias “El Mayo”, líder del Cartel de Sinaloa, a quien responsabilizan junto con “Los Chapitos” de la mortal crisis de fentanilo en ese país.
El contraste es claro y no deja bien parado a López Obrador, quien atraviesa la mayor crisis política de su sexenio luego de que revelé en esta columna de DW -y luego lo hicieran ProPublica e Insightcrime-, la investigación secreta realizada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos en 2010 y 2011, en la que se descubrió que la campaña presidencial de López Obrador habría recibido al menos entre 2 y 4 millones de dólares del Cartel de Sinaloa.
Inexplicablemente, el 9 de febrero en el estado de Morelos, uno de los que ha presentado mayores índices de violencia en el último año, López Obrador afirmó sin empacho: “No les gusta, no me importa el que no les guste cuando digo abrazos, no balazos”, insistiendo en que esa es su posición ante los carteles de la droga en México.
Pero la Fiscalía Federal de Distrito Este de Nueva York no piensa igual. Hartos de que en los últimos cinco años- los mismos que lleva AMLO en el poder- las calles de Estados Unidos estén infestadas del fentanilo, causando la muerte a decenas de miles de personas en ese país, el 15 de febrero, el Fiscal Breon Peace y los principales funcionarios que encabezan las fuerzas del orden, anunciaron su guerra contra “El Mayo”, por tráfico de fentanilo.
“Zambada García está acusado de numerosos delitos relacionados con drogas, ahora incluida la fabricación y distribución de fentanilo, una droga mortal que era en gran medida desconocida cuando fundó el Cártel de Sinaloa hace más de tres décadas y hoy es responsable de daño inconmensurable”, afirmó Peace en su declaratoria.
“Mientras Zambada García continúa siendo el líder principal de la empresa criminal responsable de importar enormes cantidades de narcóticos a los Estados Unidos, esta quinta acusación (criminal) demuestra nuestra firme determinación llevarlo ante la Justicia, tal como lo hicimos con su ex cómplice, El Chapo…”.
Nada es casualidad
El testarudo AMLO, a quien le quedan siete meses y medio en el gobierno, debería abrir bien los ojos y observar su entorno. El canto de sirenas proveniente de su equipo de gobierno, granjas de bots, y de comunicadores y periodistas a modo, algunos alentados con jugosos contratos de publicidad provenientes de administraciones emanadas del partido oficial MORENA, puede hacer que se ahogue, metafóricamente hablando.
La fiscalía federal de Distrito Este, radicada en Brooklyn, es una de las cortes federales más fuertes en Estados Unidos y con amplia credibilidad. En 2019 logró una condena de cadena perpetua contra Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, socio de “El Mayo” y padre de “Los Chapitos” (Iván, Alfredo, Ovidio y Joaquín Guzmán). Y en 2023 la Fiscalía consiguió que un jurado declarara culpable a Genaro García Luna, el ex secretario de seguridad pública, de narcotráfico y empresa criminal continuada como cómplice del Cartel de Sinaloa. El funcionario mexicano de mayor rango juzgado por este tipo de delitos en la Unión Americana.
Fue su “hermana”, la fiscalía federal de Distrito Sur radicada en Manhattan, la que llevó a cabo la investigación sobre el financiamiento del Cartel de Sinaloa a la campaña de AMLO en 2006, en la cual encontró al menos cinco testigos que confirmaron los hechos, incluyendo un integrante del equipo de campaña, Mauricio Soto Caballero, quien luego se volvió informante de la Fiscalía.
Aunque había elementos sólidos para continuar la ruta del dinero hasta sus últimas consecuencias, de acuerdo a lo que me informaron personas relacionadas con la indagatoria, ésta se cerró por razones de política bilateral y por la inminente prescripción del delito.
La fiscalía federal de Distrito Sur no es ninguna improvisada en perseguir a políticos de alto nivel vinculados al narcotráfico. Fue justo el 15 de febrero de 2022 que dicha oficina obtuvo la orden de arresto del presidente saliente de Honduras, Juan Orlando Hernández,por complicidad con el Cartel de Sinaloa.
Juan Orlando Hernández se encontraba tranquilo en su residencia de Tegucigalpa; apenas había terminado su mandato el 22 de enero previo a su captura. Lo acusan de que recibió dinero de la organización criminal mexicana en sus campañas políticas a través de su hermano Juan Antonio Hernández. Una historia similar a aquella en la que AMLO se vio involucrado en 2006.
Ahora el expresidente se encuentra encerrado en una fría celda esperando su juicio. Abogados, fiscalía y juez ajustan los preparativos para lo que promete ser un juicio explosivo, en el que sin duda México será un triste protagonista, dado que es la sede del Cartel de Sinaloa que corrompió a Hernández, según los documentos de la acusación en Nueva York.
Habrá que recordar lo que revelé en mi columna del 1 de febrero pasado. En la fiscalía federal del Distrito Este, durante el proceso contra el ex Secretario de la defensa Nacional Salvador Cienfuegos, acusado de complicidad con una célula del Cartel de los Beltrán Leyva -ex socios del Cartel de Sinaloa-, se llegó a plantear que podría reabrirse la indagatoria sobre la campaña de López Obrador. Ahora es esta misma fiscalía quien arremete contra Zambada García y contra todos aquellos que favorezcan sus actividades ilegales.
A la caza de “El Mayo”
Como parte de la cacería contra “El Mayo”, el gobierno de Estados Unidos anunció una recompensa de 15 millones de dólares a quien ayude a dar con su paradero y captura.
“Zambada fue acusado previamente en múltiples acusaciones por dirigir una empresa criminal continua, así como conspiración para asesinar, conspiración para lavar dinero, cocaína, heroína, metanfetamina y conspiración para la fabricación y distribución de fentanilo, así como otros delitos relacionados con las drogas, a través de su liderazgo continuo en el Cartel de Sinaloa, uno de los narcotraficantes más violentos y poderosos”.
En la amplia acusación criminal, que consta de 26 páginas, se afirma que “el Cartel de Sinaloa tiene una estructura que incluye miles de integrantes, entre ellos los líderes del Cartel de Sinaloa quienes han sido los que toman las decisiones finales en la organización respecto al tráfico de drogas y las actividades de lavado de dinero, así como a corromper a funcionarios para preservar y proteger sus actividades ilegales”
De acuerdo a la acusación, “de 1989 a 2024, Zambada García ha dirigido una empresa criminal continua responsable de la importación y distribución de cantidades masivas de narcóticos y que generaron miles de millones de dólares en ganancias”.
En la acusación penal se afirma que la organización criminal que encabeza “El Mayo”, exsocio de “El Chapo”, ha producido toneladas de heroína, metanfetaminas y marihuana, traficadas a Estados Unidos, donde las drogas fueron consumidas”.
“Como cofundador y actual líder de la organización de tráfico de drogas más grande y poderosa del mundo, Ismael Zambada García es acusado de suministrar fentanilo a Estados Unidos en un momento en que el narcótico letal se ha cobrado vidas a un ritmo devastador. Por décadas el despiadado y violento Cartel de Sinaloa ha continuado su letal flagelo con el tráfico de fentanilo, cocaína, heroína, metanfetamina y otras drogas sintéticas hacia Estados Unidos”, afirmó Iván J. Arvelo, subdirector interino de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI por sus siglas en inglés)
“HSI New York y nuestros socios en las fuerzas del orden no pararemos hasta que llevemos a Zambada García ante la Justicia en nombre de sus innumerables víctimas”.
“El Cartel de Sinaloa ha usado la corrupción como medio y método para lograr los objetivos de su empresa de narcotráfico”, se enfatiza en el documento publicado por la fiscalía.
La clara advertencia del Departamento de Estado a AMLO
Durante el mandato de AMLO, la organización ha crecido y sus ganancias económicas se han multiplicado por el boom en el tráfico de fentanilo a Estados Unidos. Todas las estadísticas académicas y gubernamentales en ese país confirman esta información.
Ya he dedicado varios artículos a este tema. Este opiáceo sintético combinado con otras drogas ha causado millones de nuevos adictos y la muerte de decenas de miles a causa de sobredosis en Estados Unidos. El New York Times, en octubre de 2023, publicó un artículo en que refiere que tan solo en 2022 el fentanilo mató a más personas en Estados Unidos que las guerras de Vietnam, Irán y Afganistán juntas. Un total de 77 mil seres humanos en tan solo un año a causa del opiáceo sintético, llegando a 300 muertes en un solo día.
Y mientras AMLO se mantiene en sus “abrazos, no balazos” y la impunidad total hacia “El Mayo”, quien incluso ha apoyado campañas electorales de varios morenistas, ese mismo 15 de febrero el Departamento de Estado en Washington DC, dejó clara una advertencia.
Se dio a conocer el “Informe oficial del DCFPC sobre las dimensiones nacionales e internacionales de la crisis de fentanilo en Estados Unidos”, en las oficinas del Centro de Prensa Extranjera del Departamento de Estado.
En conferencia de prensa, la doctora Vanda Felbab-Brown, investigadora principal de Política Exterior en el Centro Strobe Talbott de Seguridad, Estrategia y Tecnología de la Institución Brookings, y directora de la Iniciativa sobre Actores Armados No Estatales, aclaró que no hablaba a nombre del gobierno de Estados Unidos, pero fue el Departamento de Estado quien organizó y fue anfitrión de su ponencia.
Fuerte y claro, la experta aseguró, como lo han hecho varios informes del Departamento de Justicia, que los principales productores y traficantes del mortal fentanilo que llega a Estados Unidos son el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación.
“Sin embargo, desafortunadamente, hemos tenido una cooperación muy inadecuada y profundamente preocupante por parte del gobierno de México en términos de actuar contra los carteles como Sinaloa y Jalisco, y en términos de detener los flujos de fentanilo a Estados Unidos”, dijo.
“…durante muchos meses las altas esferas del gobierno mexicano han estado negando que se produzca fentanilo en México, algo que ciertamente no creo, algo que el gobierno de estados Unidos no cree en sus informes”. Y la doctora acusó que el gobierno de AMLO está manipulando las cifras de laboratorios productores de droga sintética ilegales. “…En mi extensa investigación sobre México a lo largo de muchos años, incluidos muchos meses del año pasado, he visto un gobierno que no está dispuesto a enfrentar a los cárteles en un contexto en el que los grupos criminales están aumentando su poder territorial, el poder sobre las poblaciones, toman el control de las economías legales y afectan incluso a las instituciones”.
La experta, invitada por el Departamento de Estado, desmintió mucha de la información dada por el gobierno de AMLO sobre la presencia de fentanilo en México.
Además de Estados Unidos, “el uso indebido documentado más extenso de fentanilo se da en Canadá y, en menor medida, en México. Cuando digo en menor medida en México, no es quizás porque haya menos uso de fentanilo en México, sino porque está menos documentado. Como mencioné, el Gobierno de México ha negado que exista producción y uso de fentanilo en México”.
Aseguró que en sus investigaciones descubrió que organizaciones no gubernamentales en México “han encontrado un uso significativo (de fentanilo) y una amenaza importante al norte de México, donde se han realizado estos estudios. En lugares como Tijuana o Ciudad Juárez, el fentanilo se está extendiendo profundamente y ya se está propagando en los mercados locales de drogas”.
Señaló que en ocasiones los carteles mexicanos pagan a sus asociados con droga y no con dinero, lo cual genera un mercado interno de venta de drogas. “Esto ha desencadenado una importante epidemia de metanfetamina en México y probablemente esta sea la razón por la que estamos viendo una propagación significativa del fentanilo en el norte de México”.
Si AMLO no entiende los mensajes que se están enviando desde Estados Unidos, entonces no comprende que el suelo firme que antes creía pisar puede convertirse en arenas movedizas.
La revelación sobre el financiamiento del Cartel de Sinaloa a su campaña presidencial del 2006 ha puesto un dedo en un punto muy sensible de la carrera política del tabasqueño que este 2024 se juega de nuevo la presidencia. No en una reelección directa, sino a través de su elegida Claudia Sheinbaum, candidata de MORENA, quien promete seguir al pie de la letra la línea de gobierno de AMLO. Lo ha dicho, incluyendo reformas que signifiquen un retroceso democrático ¿También los ‘abrazos y no balazos’?