América, Economía y Sociedad

El campo vuelve a pronunciarse contra el Gobierno en Argentina, cortando las rutas

Al cumplirse el primer aniversario del impuestazo a las retenciones a la soja, el sector rural vuelve a copar las rutas y plazas de todo el país. A pesar de que una semana atrás se iniciaba un incipiente acuerdo con el gobierno kirchnerista, la negación a retroceder en las retenciones, la presión de las bases rurales y la fuerte sequía climática que vive el país, tensionaron las negociaciones que parecen volver a foja cero.

A un año de iniciarse el conflicto
El 12 de marzo de 2008, el Ministerio de Economía del entonces flamante gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunciaba que el gobierno nacional incrementaría el impuesto a las retenciones a la soja en un 44.1% y que además, el mismo sería móvil, es decir, tomando esa base (que implicó un aumento del 9% a favor del fisco nacional) si los precios internacionales de la materia prima subían, los ingresos del gobierno kirchnerista también, en tanto si bajaban, el Estado sólo recaudaría un 44.1%, es decir, casi la mitad del valor de la producción rural, sin ningún tipo de riesgo de inversión.

Aquel fue el inicio del fin de una gestión que sólo 5 meses atrás había ganado las presidenciales con el 46% del apoyo popular.

Tras los anuncios oficiales se desataron una serie de manifestaciones, cortes de ruta, paro agrario, ganadero, lechero e incluso de transportistas. Argentina estuvo paralizada por meses, ya que no se podía llegar de una ciudad a otra, tampoco se podía transportar carne ni granos. Se cerró el mercado.

Desde el gobierno, la primera respuesta fue de indiferencia y luego llegó la agresión, hasta que sin otras alternativas y presuponiendo una connivencia política (a la que se trató de llegar de todas las formas) se debió mandar el proyecto del decreto 125 al Congreso, y fue el propio ejecutivo- el Vicepresidente de la Nación– quien con su voto terminó vetando la norma presidencial.

Desde allí, una serie de desencuentros, la imagen en picada del gobierno nacional, los reclamos agrarios por políticas que contemplen la situación del sector que a las propias desavenencias generadas por la crisis mundial, sufre las consecuencias de una sequía que en años se había visto en el país.

Un año después de aquel anuncio, ambas partes continúan teniendo más desencuentros que encuentros.

"Les pedimos que el jueves estén presentes en las rutas y en las plazas para marcar que la movilización de los productores va a seguir hasta que consigamos soluciones", señaló Mario Llambías, de Confederación Rural Agraria (CRA).

Por su parte, los presidentes de Federación Agraria (FA), Sociedad Rural (SRA) y Coninagro que conforman lo que se dio en llamar "mesa de enlace" también apoyaron la moción de volver a las rutas y movilizaron a sus bases, que por cierto, siempre han sido las más reticentes a aceptar las propuestas de un gobierno en el que ya no creen.

"Hemos puesto de manifiesto en el Ministerio que hay en el interior del país un conflicto en el umbral" señaló Carlos Garetto, de Coninagro.

Hoy el panorama de argentina parece ser el mismo que el iniciado un año atrás. Rutas cortadas, plazas repletas, cacerolas y un reclamo constante para que el fisco nacional de un respiro al sector rural que históricamente fue el más productivo del país, pero que hoy no encuentra incentivos a la hora de invertir, mucho menos, seguridad jurídica ni respeto a la propiedad privada.

Desde el gobierno, un grado mayor de flexibilidad -por lo menos ahora sí se reúne con el sector para dialogar- pero la misma ceguera que un año atrás. Una diferencia: la imagen y apoyo popular al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, no supera los 20 puntos y promete continuar bajando.

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