Los anuncios económicos realizados por el ministro Lavagna tuvieron una fría recepción por parte del sector empresarial. Son considerados “insuficientes”.
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Lunes, 07 de octubre 2024
Los anuncios económicos realizados por el ministro Lavagna tuvieron una fría recepción por parte del sector empresarial. Son considerados “insuficientes”.
ANÁLISIS ARGENTINO
Entre las razones podemos observar una imperceptible reducción del impuesto al
cheque (0,2%) pero, además, sólo tomando la baja a cuenta de Ganancias y
Ganancia Mínima Presunta, su impacto será mínimo. Por otro lado, la reducción
del IVA a las inversiones tendrá un cupo, y será el propio Lavagna el que elija
a los sectores que se beneficiarán. Se deja pasar así un momento único para
anunciar una baja de impuestos en serio y, paralelamente, se aumentan gastos vía
el incremento de aportes patronales.
Por la evolución fiscal altamente
positiva se prevé adecuar el superávit ante las futuras presiones del Fondo
Monetario Internacional – FMI. Un mínimo aumento en las jubilaciones mínimas, un
plus salarial para empleados estatales y un pago simbólico a acreedores podría
ajustar próximamente el superávit primario para tratar de contrarrestar
“ingenuamente” las demandas que el FMI imprimirá a la Argentina para el próximo
año.
Como el Estado Nacional, los municipios y las provincias mejoran
notablemente los ingresos, sin embargo en un marco positivo con respecto a la
disponibilidad de recursos, existen importantes diferencias a la hora de
consensuar un nuevo proyecto de coparticipación federal. Con el compromiso
tomado con el FMI el gobierno nacional busca definir el proyecto de
coparticipación. Los cambios se basan en la distribución de los excedentes
conseguidos, se incorpora el concepto de eficiencia en el uso de los recursos y
el Fondo de Equidad Social (monto correspondiente al 24% o un máximo de 2400
millones que será manejado por el Estado nacional para orientarlo en
infraestructura, desarrollo social y seguridad). Sin lugar a dudas la definición
de los apoyos se relacionarán fuertemente con los realineamientos políticos que
el Presidente está buscando articular.
La solicitud permanente por mayor
seguridad fue subestimada por el poder político y se convirtió en la demanda
social que modificó la agenda nacional. Los datos siguientes grafican claramente
la dimensión del problema: “Una de cada tres personas mayores de 18 años de
Capital y el GBA asegura haber sido víctima de algún delito en los últimos 12
meses. Si ese índice se proyectase, son más de cuatro millones de personas. Más
de la mitad de los consultados afirmó, a la vez, que algún miembro de su grupo
familiar directo había sido víctima de un delito. Y de estos cientos de miles de
delitos, una ínfima parte sufrió castigo. Sólo el 2% recibió condena. La
abrumadora mayoría quedó impune. Además en la Provincia de Buenos Aires en el
2003 se contabilizaron 5 homicidios por día”.
Luego de la marcha
silenciosa por mayor demanda de seguridad, Blumberg siguió al frente de las
demandas en la legislatura nacional. La fortaleza no solo se debe a la terrible
existencia del problema, sino fundamentalmente a la capacidad de sobreponerse al
dolor, y con sentido común y espontaneidad canalizar las legítimas demandas
sociales insatisfechas. Diversas especulaciones vacías de contenidos hablan del
caso Blumberg, pero los hechos por sí solos son suficientemente contundentes. En
los próximos días las demandas se enfocarán a jueces y de acuerdo a como se
manifiesten los humores sociales las demandas se pueden dirigir finalmente al
ejecutivo nacional e incorpore otros temas que hoy la sociedad ve postergada en
la agenda oficial.
El nombramiento del nuevo Ministro de Seguridad
bonaerense se alcanza a partir de importantes apoyos políticos. Según Kirchner,
Arslanian “tiene una trayectoria en la Justicia que tienen pocos. Es peronista.
Tiene autoridad. Y conoce el tema de la policía bonaerense. Puso en marcha una
reforma que por motivos políticos no se la dejaron terminar”. No menor es el
apoyo de Duhalde y Solá, esté último tratará por todos los medios brindarle los
recursos necesarios para la lucha contra el delito, pero solo una reforma
integral y que tenga foco en la lucha contra la impunidad permitirá dar
respuestas a una sociedad que hoy día tiene como mayor virtud el pragmatismo a
la hora de buscar soluciones.
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