La Comisión de Presupuestos del Congreso aprobó este martes la reforma de la conocida Ley Beckham, que regula el régimen fiscal especial para extranjeros no residentes, especialmente deportistas de élite asentados en nuestro país.

Nacionales y extranjeros pagarán igual a Hacienda

La medida, que no tiene carácter retroactivo, estipula que los nuevos fichajes a partir del 1 de enero de 2010 que supongan una retribución superior a los 600.000 euros anuales pasarán a tributar al 43% en el IRPF, mientras que el resto seguirá en el 24%.

Una medida que ya ha provocado las primeras reacciones en contra. El presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), José Luis Astiazarán, calificó de "daño irreparable" esta reforma de la ley y aseguró que podría plantearse la posibilidad de "parar la competición", indicó a Europa Press.

Esta reforma tuvo lugar en la primera jornada de votaciones en el Congreso sobre los Presupuestos Generales del Estado de 2010. Los socialistas, con el apoyo del PNV, lograron rechazar en la Comisión de Presupuestos todas las enmiendas presentadas por la oposición, si bien pactaron alrededor de treintena de enmiendas con todos los grupos, incluido el PP, y aceptaron introducir algunas modificaciones puntuales de las minorías, especialmente el BNG.

Astiazarán afirmó que si se llevara a cabo a día de hoy supondría una factura añadida de 100 millones de euros para el fútbol español, pero que aunque no lo hicieran con efecto retroactivo los clubes españoles "perderán potencia respecto a sus grandes rivales europeos".

"Tendríamos menos estrellas, por lo que tendríamos menos valor como competición y afectaría a la explotación televisiva y competitividad de los equipos españoles", indicó respecto a la reforma de dicha ley, aprobada en 2004, que entraría en vigor a partir del próximo año.

Posible huelga

La eliminación de esta fiscalidad especial significaría, además, para el presidente de la patronal de clubes, "un coste importante para el futuro de todos los clubes españoles". "Una norma así cambia el escenario de la industria del fútbol, por lo que nos veríamos obligados incluso a tener que tomar medidas de fuerza como parar la competición", advirtió.

En este sentido, insistió en que un cambio en el modelo podría ser un "varapalo importante" no sólo para los grandes clubes sino también para los de tamaño medio o pequeño. "Puede ser un golpe irreparable tanto para la fortaleza del campeonato nacional de Liga como para la competitividad de los equipos españoles en Europa", recalcó.

Así, Astiazarán recordó que países como Reino Unido, Bélgica, Holanda e, incluso, Francia tienen medidas fiscales "similares" para favorecer la llegada del talento exterior. "Una modificación del régimen especial de expatriados nos haría perder la capacidad de seguir siendo la mejor liga del mundo, habría menos consumo en televisión y, en cadena, menos interés de los patrocinadores, menos afluencia a los estadios y el Estado ingresaría menos fiscalmente", indicó.