El ambicioso programa de modernización y automatización llamado Future Combat
Sytem, que tendrá un costo aproximado de entre 20 a 25 billones de dólares, y
que enfoca sus esfuerzos a la fabricación de nuevos modelos de vehículos de
tierra y aire, así como la fabricación de Drones; vehículos o aeronaves
robotizados; así como para la creación de toda una gama de municiones
inteligentes, como think tanks o tanques capaces de tomar decisiones; smart
mines, minas inteligentes; mismas que los soldados pueden activar o desactivar a
control remoto en 30 días.

Empresas como Boeing y Science Applications
International, colaboran en la administración del proyecto, que originalmente
fue cotizado en 92 billones de dólares. El plan incluye la capacitación de dos
años para 2,500 efectivos de la armada, que se mantendrá de manera permanente
hasta 2014; en tanto la armada estadunidense prepara unidades experimentales que
se pondrán en marcha para 2008, que incluyen misiles ubicados en locaciones
remotas, que los soldados podrán disparar mediante ordenes vía Web.

El
presupuesto autorizado para 2005, será de 2.9 billones de dólares, 268 millones
más que los otorgados para el año en curso. Asimismo se diseñará y construirá un
sistema que permita a los soldados conectarse mediante redes inalámbricas, que
se espera les ayuden a tomar mejores decisiones en tiempo real en el campo de
batalla.

Bush quiere una fuerza militar ágil y precisa, capaz de
desplegarse con rapidez. Muchos analistas advierten que, hasta ahora, los
militares no han podido superar las estrategias de la Guerra Fría, lo que hace
difícil mover una fuerza pensada para combatir en dos frentes en forma
simultánea. En en 1991, durante la guerra del Golfo, quedó en evidencia la
dificultad que enfrenta EE.UU. para movilizar un gran ejército. Bush planea
centrar las baterías militares en Asia, particularmente en China y sus planes de
modernización militar. La idea es reducir los arsenales nucleares, ya que Rusia
no representa una amenaza en ese sentido.