Política

Macapagal podría repetir como presidenta de Filipinas

La violencia no ha sido ajena a estos comicios en los que la presidenta saliente parte como favorita. El recuento manual retrasará en un mes los resultados.

ELECCIONES
Filipinas puede tardar más de un mes en saber quién será finalmente su
presidente, después de las elecciones celebradas ayer, ya que el recuento de
votos será manual, según han informado los funcionarios electorales del país.


Después de una campaña electoral que ha durado tres meses, los sondeos
dan la victoria a la, hasta ahora presidenta del país, Gloria Macapagal, a la
que sigue en unos siete puntos el popular actor Fernando Poe. A pesar de estos
datos, las encuestas avisan del alto número de indecisos, en torno al 25 por
ciento, lo que da todavía más incertidumbre con respecto al resultado final.


Estos comicios han estado marcados por varios episodios violentos, las
sospechas de fraude y la desorganización general. De hecho, los ciudadanos
acudieron a votar en medio de la alerta máxima de seguridad y bajo la vigilancia
de más de 23.000 policías y agentes del ejército, que no pudieron evitar
incidentes como la explosión de una granada en Manila. Algunas fuentes calculan
que durante la campaña han muerto más de 90 personas.

Los candidatos

Según los analistas, la campaña
filipina ha estado excesivamente marcada por la personalidad de los aspirantes a
la presidencia lo que ha hecho que realmente no se hayan abordado los graves
problemas por los que atraviesa el país como la pobreza, la explosión
demográfica, los movimientos musulmanes separatistas y la guerrilla comunista
con Asia.

La presidente saliente, y ahora candidata, Gloria Macapagal,
líder de la Coalición de Honestidad y Experiencia para el Futuro, ha sido muy
criticada por su colaboración con Estados Unidos. Hija de un ex presidente y
economista formada en EE.UU. ha hecho hincapié en destacar su experiencia y sus
competencias.

Por su parte, el productor y actor de cine Fernando Poe,
que no tiene experiencia política, fue capaz de crear un discurso populista
basado en consignas simples lo que provocó el pánico en los círculos
empresariales.

Estas han sido las terceras elecciones presidenciales
desde que fuese derrocado, en el año 1986, el general Ferdinand Marcos.

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