¿Será capaz Europa de invertir la tendencia y pasar de la retórica a lo hechos?

Pablo Izquierdo
Los previos de la tercera cumbre UE-América Latina y Caribe no están siendo muy distintos a los de anteriores eventos. Abunda la retórica y los planteamientos globales. Mientras, la agenda necesaria entre las dos regiones permanece invariable de cumbre en cumbre.

Cohesión social, integración regional y multilateralismo parecen ser los ejes. Nada nuevo. Tendremos finalmente una declaración retórica y reiterados compromisos de colaboración que, incluso, se verán cuántificados.

Europa se empeña en anunciar ayudas millonarias para pretendidos programas sociales(incluso en este apartado la disminución de recursos en favor de los países del Este de Europa ha sido progresiva y alarmante en los últimos años). América Latina quiere libertad de comercio y acceso a los mercados europeos. Quieren desarrollo y prosperidad. Las democracias iberoamericanas quieren apoyo para sus instituciones y sus procesos de integración.
 
¿Estará Europa dispuesta a discutir su PAC, a poner en cuestión la política agraria común?. Este es el tema. No son, ciertamente, menores los problemas de Estados Unidos en este sentido.

Hasta el momento las iniciativas de integración tanto de Estados Unidos como de Europa con la región están fuertemente marcadas por el juego de los intereses bilaterales. Hoy se puede reclamar un multilateralismo efectivo, pero esta pretensión nace sin posibilidades reales en un entramado de procesos y agendas de integración excesivamente regionalizados.

Será imposible superar la retórica, mientras los dirigentes políticos de Europa y América (las dos Américas), sigan pensando desde la óptica regional (tres regiones distintas) y no tenga ninguna posibilidad la idea atlántica y el concepto de occidente. Pero, claro, esto es para muchos europeos y algunos americanos otra utopía retórica.