Analistas consultados por Diario Exterior afirman que hoy Rusia es el principal escollo para la nueva estrategia norteamericana, diseñada por Rice, en Oriente Medio. Una estrategia que se basa en conseguir el apoyo de Francia y Alemania para ejercer una firme presión sobre Siria e Iran. La posición de Rusia habría aconsejado a la inteligencia norteamericana centrar, en el medio plazo, sus esfuerzos en Siria, para acometer con posterioridad el problema de Irán.

Mientras, la paz en Oriente Medio pende de un hilo
Mientras el proceso de paz en Oriente Medio pende de un hilo y la comunidad
internacional se fija en Siria a raíz de los últimos sucesos en Tel Aviv, la
Rusia de Vladimir Putín al que ya le han salido tres competidores en su
presidencia para el 2008 (el ex primer ministro liberal Mijail Kasianov, el ex
comunista  Guennadi Selezniov y el
ultra nacionalista Vladímir Yirinovski), sigue firmando acuerdos con Iran que
apuntan al desarrollo de su programa nuclear.

Moscú y Teherán
han  firmado un acuerdo de
suministro de combustible nuclear, lo que permitirá a Irán avanzar en la
construcción de su primer reactor. El vicepresidente iraní, Gholamreza
Aghazadeh, y el director de la Agencia Federal
Atómica rusa, Alexander Rumyantsev, firmaron el acuerdo en la
planta energética de Bushehr. Esta firma había quedado aplazada ayer y se
produjo después de que dos destacados funcionarios visitaran este complejo
valorado en 613,5 millones euros. Rusia, que ayudó a construir la planta, se
mostró de acuerdo en suministrar el combustible necesario para permitir el
funcionamiento de la planta de Bushehr, pero quiere garantías de devolución del
combustible sobrante para evitar que Teherán extraiga plutonio de él y pretenda
fabricar una bomba atómica. A Irán le pareció bien este acuerdo, pero las partes
no se ponían de acuerdo acerca de quién pagaría el traslado del suministro
sobrante.

El acuerdo se produce
días después de que el presidente 
Bush, y Putin, se reunieran en Eslovaquia, en un encuentro en el que
Washington mostró su preocupación por el apoyo ruso al programa nuclear iraní.
Su firma evidencia las diferencias entre Putin y Bush, de ahí la insistencia
norteamericana en profundizar la vía diplomática para el caso de
Irán.

Analistas
consultados por Diario Exterior afirman que hoy Rusia es el principal escollo
para la nueva estrategia norteamericana, diseñada por Rice, en Oriente Medio.
Una estrategia que se basa en conseguir el apoyo de Francia y Alemania para
ejercer una firme presión sobre Siria e Iran. La posición de Rusia habría
aconsejado a la inteligencia norteamericana centrar, en el medio plazo, sus
esfuerzos en Siria, para acometer con posterioridad el problema de
Irán.  

The Washington Post aporta pruebas sobre el
interés de Irán en 1987 por la bomba
atómica.

El científico
paquistaní Abdul Qadeer Khan ofreció a Irán en una reunión secreta hace 18 años
la tecnología necesaria para desarrollar armas nucleares, según el diario ´The
Washington Post´, que cita fuentes diplomáticas y estadounidenses. La reunión se
celebró, dice el diario, en una humilde oficina de Dubai en 1987, en la época en
la que Irán,
en guerra con Irak, llegó a comprar un diseño de centrifugadora e inició los
trabajos para conseguir enriquecer uranio.

Sin embargo, Teherán
informó recientemente a los miembros de la Agencia Internacional
de la Energía
Atómica (AIEA) de que desistió de su intención de comprar el
equipamiento requerido para construir la bomba atómica. Irán dijo además que
personas cercanas a Khan le habían ofrecido el arma
nuclear.

Abdul Qadeer Khan, que
confesó haber entregado tecnología nuclear a Irán y Libia, fue considerado un
héroe por haber ayudado a su país a convertirse en la séptima potencia nuclear.
En marzo de 2001, fue incluido en el círculo cercano de liderazgo del presidente
Pervez Musharraf, con el que hizo las veces de consejero. Sin embargo, en enero
de 2004 la investigación que mostró que había ofrecido esta tecnología a otros
países traumatizó a sus seguidores.