Oriente Próximo, Política

Siria puede estar comprometida en el asesinato de Hariri

“Por el momento, los libaneses contienen su respiración temiendo una respuesta siria, pero también esperando que Hezbolá sea inocente con el fin de evitar la tensión sunní-chi´í. Todo el mundo es ansiosamente consciente de que la verdad puede ser dolorosa”.

Michael Young

 


BEIRUT — A finales de la semana pasada, Detlev Mehlis, el fiscal alemán que investiga el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri en representación del Consejo de Seguridad en la ONU, publicó un informe preliminar de su investigación, programada para completarse a mediados de septiembre. Los medios occidentales prestaron relativamente poca atención a la investigación; sin embargo, si Siria es hallada culpable, como muchos observadores comienzan a pronosticar, esto llevaría a la desestabilización del régimen de Siria, por no decir a su caída real.



El informe preliminar no entraba en materia de lo que Mehlis y su equipo habían descubierto, aunque sí que daba detalles que permiten algunas indagaciones educadas. Por ejemplo, el fiscal, mientras que admite que entrevistas adicionales con testigos podrían prolongar el plazo de tres meses de su informe (renovable por otro período trimestral adicional), menciona no obstante que esperaba que su labor hubiera concluido a tiempo. Esto puede indicar, como han sostenido fuentes cercanas al bando de Hariri, que Mehlis ya ha completado el grueso de su investigación, lo que implica que ya ha encontrado una parte o partes culpables. Tampoco ha habido señales de falta de interés, dato que Mehlis destacó que el segundo mes de su investigación había sido bueno, habiendo recibido el grupo información particularmente útil.


 


Mehlis también destacaba el hecho de que Siria había rehusado cooperar con el equipo de investigación, que le había solicitado hablar con cinco sirios – cuatro funcionarios de inteligencia que habían desempeñado puestos en el Líbano, y, según el diario Al-Hayat, radicado en Londres, la semana pasada, el Presidente Bashar Assad en persona. Inicialmente, los sirios, citando cláusulas constitucionales, habían rechazado permitir interrogatorios orales, y solicitaron a Mehlis que enviara sus cuestionarios a través del ministerio sirio de asuntos exteriores, para que así pudieran ser contestados por escrito. Cuando la ONU rechazó esta opción, y después de que se presentaran quejas en Siria la semana pasada, incluso de países amistosos como Rusia, Assad se retractó, declarando a la revista alemana Der Spiegel en una entrevista publicada el lunes que permitiría que Mehlis hablara finalmente con los funcionarios sirios.


 


Sí Assad es “el quinto hombre”, entonces esto sería particularmente revelador. Un informe de la ONU previo firmado por el comisario policial irlandés en funciones, Peter Fitzgerald, mencionaba específicamente que el presidente sirio había amenazado a Hariri en una reunión que habían mantenido el pasado agosto, al tiempo que Siria intimidó eficazmente al primer ministro para forzarle a aprobar una extensión inconstitucional del mandato del presidente libanés, Emile Lahoud. Al plantear este incidente con Assad (y es difícil ver cómo no podría salir a colación en una entrevista), Mehlis manifestaría que no se siente intimidado por lo que quiera que salga de su investigación.


 


Aunque uno tiene que esperar al informe final, los últimos rumores en Beirut sugieren que altos funcionarios sirios, miembros de la familia Assad incluidos, estarán implicados en la muerte de Hariri. Tal vez, tal vez no; sin embargo, la acusación ha sido repetida por fuentes fiables, así como por informaciones de prensa, observando que a Assad sólo le faltó admitir la implicación siria (aunque se exonerase personalmente) en una reunión celebrada el pasado marzo en Riyadh con el entonces príncipe de la corona saudí Abdaláh, hoy rey de Arabia Saudí.


 


Lo que temen muchos libaneses es que Mehlis implique también a Hezbolá. No hay nada que implique que el partido jugó un papel en el asesinato de Hariri (aunque informaciones de la prensa mencionaban que el equipo de la ONU había pedido mapas detallados de las áreas entorno a los campamentos palestinos de los suburbios del sur de Beirut, que controla Hezbolá). Algunos analistas señalan que tal vez sea una manipulación, quizá de la mano del temeroso bando de Lahoud, con el fin de desbancar el descubrimiento completo de la investigación, dado que la implicación del Hezbolá chi´í en la muerte de un político sunní plantea el panorama de un conflicto entre comunidades. Pero pocos tienen la sangre especialmente fría. El pasado marzo, un alto político libanés me dijo, “No descartaría la implicación de Hezbolá en el asesinato”, aunque no dio pruebas.


 


Otro rumor difícil de corroborar, publicado en internet y en informaciones de prensa sin ser atribuido, es que un funcionario de la inteligencia siria que buscaría asilo en Francia ha proporcionado información detallada del asesinato a la inteligencia francesa, incluyendo nombres. Una página web en árabe, Elaph.com, le identifica como el Mayor Zuheir S. (su nombre completo no es especificado). Las referencias del artículo al servicio de inteligencia al que pertenece no están claras, pero aparentemente dirigía la oficina del anterior jefe de la inteligencia militar, el General Hassán Khalil. De nuevo, sin embargo, la noticia debería ser tratada con cautela hasta que Mehlis haga públicos sus descubrimientos.


 


En medio de todos los rumores, hay una conclusión que parece cada vez más probable: los funcionarios libaneses serán inculpados al menos por intentar encubrir el crimen. En una entrevista en julio con el francés Le Figaro, Mehlis describía al jefe de la Guardia Presidencial, Mustafá Hamdán, como “un sospechoso”. Pocos creen que Hamdán – en realidad Lahoud, su superior y patrón – es responsable de ordenar el asesinato. Sin embargo, existen numerosas indicaciones de que el palacio presidencial intentó encubrir el enclave de la explosión poco después del asesinato de Hariri. El informe Fitzgerald menciona específicamente que las pruebas habían sido encubiertas, concluyendo: “El estilo en el que este elemento de la investigación fue conducido muestra al menos gran negligencia, acompañada posiblemente de acciones criminales…”


 


Según la Resolución 1595 del Consejo de Seguridad de la ONU, que establece la comisión Mehlis, es la judicatura del Líbano la que debe procesar a los que se encuentre responsables. En su informe preliminar, sin embargo, el investigador alemán escribe que muchos testigos tenían miedo a dar testimonio a causa de las autoridades libanesas. Aún es más obvio que los tribunales del Líbano, dada la debilidad y las divisiones políticas del país, carecen de los medios para llevar ante la justicia a nadie; tampoco sus agencias de seguridad para proteger a los testigos, particularmente si se confirma la implicación de Siria. Esto ha llevado a crecientes especulaciones, cruzadas con declaraciones del primer ministro del Líbano, Fouad al-Siniora, de que podría ser necesario un tribunal internacional especial para actuar contra el culpable. Esto alarmaría profundamente al régimen de Siria (de nuevo, si Mehlis encuentra una conexión con Siria), dado que significa que Siria se convertiría aún más en el paria internacional que ya es. Es dudoso que Assad pudiera sobrevivir políticamente a tal presión.


 


En las próximas semanas sabremos si la investigación de Mehlis produce el “terremoto” que muchos han pronosticado que producirá. Por el momento, los libaneses contienen su respiración temiendo una respuesta siria, pero también esperando que Hezbolá sea inocente con el fin de evitar la tensión sunní-chi´í. Todo el mundo es ansiosamente consciente de que la verdad puede ser dolorosa.


 


Michael Young es editor de opinión del Daily Star, del Líbano y editor de colaboraciones de la revista norteamericana Reason.

Fuente: TechCentralStation

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