El ex presidente del Gobierno español José María Aznar llamó la atención sobre “el gran cambio” experimentado por España al haber pasado de tener su bandera entre las de EEUU y Reino Unido en las islas Azores a tenerla ahora “entre Castro y Chávez”.

La bandera de España está situada entre Chávez y Fidel Castro
En la conferencia sobre “Los desafíos y oportunidades de América Latina”, el ex presidente de España, José María Aznar lamentó que con el Gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, lamentó que la bandera de España haya pasado de estar entre las de EEUU y Reino Unido, en la reunión de las islas Azores, “a estar entre Castro y Chávez”.

El ex jefe del Ejecutivo aseguró que él quiere para los países de Iberoamérica lo mismo que quiere para España, una sólida democracia fundamentada en fuertes instituciones que hagan efectiva la defensa de los derechos de los ciudadanos. Al hilo de ello, recordó que hace sólo unos pocos años, Cuba era el único país de esa zona en el que sus ciudadanos no eran libres y, desafortunadamente, los cubanos siguen sujetos a un régimen opresor.

Pero, a su juicio, ese no es el problema más serio hoy para Latinoamérica, ya que el grave riesgo de la actualidad es el “nuevo populismo”, la defensa del sueño de una “revolución continental” financiada por los beneficios del petróleo. Un movimiento que, dijo, exporta sus ideas antiliberales y antidemocráticas.

Aunque en su intervención no se refirió expresamente al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, como representante de ese nuevo populismo, sí habló de él al contestar a una de las preguntas de los asistentes a su conferencia. Y lo hizo para subrayar el “gran cambio” que ha experimentado España al haber tenido su bandera en las Azores entre las de EEUU y el Reino Unido (en alusión a la reunión a la que él asistió y en la que se decidió la intervención militar en Irak) y ahora tenerla situada entre Castro y Chávez, en referencia a la política seguida con Venezuela y Cuba por el actual Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Respecto a Cuba defendió el apoyo a los disidentes, a los que consideró una pieza clave para el cambio hacia la democracia en ese país. Aznar se refirió al camino hacia la democracia que tuvo que recorrer España y señaló que si el actual Gobierno no arruina todo lo heredado, España seguirá siendo un país que ha sido capaz de resolver las disputas del pasado.