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El hombre fuerte de Libia, Jalifa Hafter (izquierda), durante una visita a Rusia en septiembre de 2023.Imagen: General Command of the Libyan National Army/AFP

El hombre fuerte de Libia, Jalifa Hafter (izquierda), durante una visita a Rusia en septiembre de 2023.Imagen: General Command of the Libyan National Army/AFP

El Grupo Wagner, remodelado, sigue adelante en Libia

Años de guerra y caos, el estancamiento político, la devastadora inundación de septiembre de 2023 y la ausencia de una vía democrática han hecho que Libia sea propensa a la influencia de milicias extranjeras, como el Grupo Wagner.

Presencia en Libia desde 2018

Según un informe reciente de expertos militares del Royal United Services Institute (RUSI), con sede en Londres, Rusia estaría intentando ampliar su influencia en Oriente Medio y África. Y precisamente Libia, un país políticamene fragmentado, pero rico en petróleo y oro es un excelente candidato para este tipo de nuevo “colonialismo ruso”.

El país ha estado dividido bajo dos administraciones rivales desde 2014. El oeste de Libia está bajo la administración del Gobierno de Unidad Nacional, reconocido internacionalmente, con sede en Trípoli. El primer ministro es Abdul Hamid Dbeibah, quien cuenta con el respaldo de milicias turcas.

El este del país es controlado por el Gobierno de Estabilidad Nacional, del primer ministro Osama Hamad, con sede en Tobruk. Este tiene el respaldo del Ejército Nacional Libio, bajo el mando del general Jalifa Hafter.

“Los objetivos de Wagner en Libia han sido principalmente obtener acceso a los ingresos petroleros y al oro, de forma más o menos indirecta, apoyando a las fuerzas armadas de Hafter, pero también con la garantía de poder acceder más al continente africano“, dijo Tim Eaton, investigador sénior del laboratorio de ideas Chatham House, con sede en Londres.

Yevgueny Prigozhin con un arma.
Yevgueny Prigozhin, exjefe del Grupo Wagner, murió en un accidente aéreo.Imagen: PMC Wagner/Telegram/REUTERS

Recursos para la seguridad

El Grupo Wagner se fundó en 2014. Durante años estuvo dirigido por el millonario ruso Yevgueny Prigozhin, quien tuvo un estrecho vínculo con Vladimir Putin hasta que protagonizó una rebelión contra el Kremlin en junio de 2023.

Dos meses después, Prigozhin murió en un accidente aéreo. Desde entonces, el Grupo Wagner ha sido asignado a la inteligencia militar rusa.

Su nuevo líder es el general Andrei Averyanov, sospechoso de supervisar asesinatos en el extranjero y de desempeñar un papel desestabilizador en los países europeos. El grupo de mercenarios que ahora está bajo su mando en Libia ha sido rebautizado como “Cuerpo Expedicionario”.

Hager Ali, investigadora del Instituto Alemán de Estudios Globales (GIGA), dijo a DW que mientras anteriormente el Kremlin podía negar cualquier  relación con las actividades de la milicia, con Averyanov “es más bien una extensión directa de los intereses de Rusia en África y Oriente Medio”.

Una de las primeras personas que Averyanov conoció en su nuevo cargo en septiembre pasado fue el general Hafter. Ambas partes reafirmaron su compromiso con lo que puede calificarse de “seguridad por recursos”, según el informe de RUSI.

Los combatientes de Wagner continúan apoyando a Hafter y, a su vez, se les permite seguir utilizando el país estratégicamente ubicado para el tránsito de armas y el contrabando de drogas, y administrar tres bases aéreas libias.

Estas bases permiten a Rusia transportar a su país oro extraído en Libia. Además, “el Grupo Wagner también ha estado transportando misiles portátiles tierra-aire, municiones, combustible y otras cargas desde Libia a las Fuerzas de Apoyo Rápido de Sudán, en guerra con las Fuerzas Armadas de Sudán”, afirmó también un análisis reciente de Hager Ali.

Para los libios, sin embargo, tener mercenarios Wagner en el país también significa “graves abusos contra los derechos humanos, incluidas torturas, violaciones masivas y ejecuciones extrajudiciales”, concluyó la UE ya en diciembre de 2021.

Wagner y la transición democrática

El último intento de celebrar elecciones en Libia fracasó en diciembre de 2021.

En febrero, Abdoulaye Bathily, enviado especial de la ONU para Libia, instó a los líderes libios a “dejar de lado sus propios intereses y sentarse a la mesa de negociaciones”. De lo contrario, les advirtió, “la fragilidad de sus instituciones y las profundas divisiones dentro de la nación representan graves riesgos para su estabilidad”.

Sin embargo, Hager Ali cree que “el Grupo Wagner lleva a cabo campañas de desinformación en línea” y puede interferir en los preparativos electorales, intimidar a los votantes mediante la violencia e incluso ayudar a manipular las elecciones.

Jennifer Holleis | Maria Katamadze para DW.

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