Política

España sin olimpiadas por culpa de un Zapatero, que utilizó el terrorismo para alcanzar el poder

El líder de la oposición en España, Rajoy, aseguró no estar dispuesto a callarse “la verdad” en cuestiones como las “diferencias” que, en su opinión, se han producido en el comportamiento de la oposición del Gobierno británico en los atentados de Londres y la actitud que mantuvo el PSOE respecto al 11-M, o también sobre la votación de Madrid 2012, “moleste a quien moleste”.

La oposición denuncia una España sin agua y asolada por los incendios

El presidente del PP, Mariano Rajoy, se comprometió ayer durante un acto en Huércal Overa (Almería) a restablecer el trasvase el Ebro si accede a la Presidencia del Gobierno. Rajoy realizó duras críticas contra el Ejecutivo por la derogación de este trasvase, ya que, según dijo, “el gran ganador de la operación que ha hecho Zapatero ha sido el mar Mediterráneo”.


Lamentó que en España puede haber agua para todos y que, sin embargo, el Ebro deja en el Mediterráneo 10.000 hectómetros cúbicos al año. El líder del PP remarcó que lo que pretendía el PP, y lo votó el 80 por ciento del Consejo Nacional del Agua, era hacer un trasvase y unas obras en Aragón “que permitiera a los aragoneses utilizar el agua” y “mucha menos del agua que sobrase” para Valencia, Murcia y Almería.


Criticó que por un “capricho político y sin ningún talante” se derogara la construcción de esta infraestructura y el hecho de que “no se hayan dado alternativas”.


“El PP va a criticar al Gobierno en las cosas que haga mal”, repitió, y agregó que “ha derogado el trasvase y no ha generado alternativas, provocando enfrentamientos entre comunidades”.


Asimismo, Rajoy instó al presidente andaluz, Manuel Chaves, a que “explique lo que se le ha demandado aquí”, en Almería, porque recordó que vino también a poner la primera piedra del trasvase del Ebro. Por tanto, insistió en su compromiso de restablecer esa obra “cuando llegue a ser presidente del Gobierno, que ya me queda poco”.

Londres y los juegos olímpicos.

Por otra parte, aseguró no estar dispuesto a callarse “la verdad” en cuestiones como las “diferencias” que, en su opinión, se han producido en el comportamiento de la oposición del Gobierno británico en los atentados de Londres y la actitud que mantuvo el PSOE respecto al 11-M, o también sobre la votación de Madrid 2012, “moleste a quien moleste”.


Rajoy afirmó que el Gobierno “no quiere que se le critique” y se preguntó si pretende que los populares apoyen “su política antiterrorista” o, mejor dicho, “la ruptura del acuerdo antiterrorista que se firmó la pasada legislatura con el PP”.


Además, preguntó al Gobierno si pretende “que le digamos que estamos de acuerdo con que haya permitido que ETA tenga otra vez representación en el Parlamento vasco”, o si pretende “que le demos el ´ok´ a que ETA decida, como ha decidido, quién es el presidente del Parlamento vaso y el presidente del Gobierno vasco”.

En esta línea, dijo que, si el Gobierno “pretende que nos sumemos a una invitación a ETA a dialogar, nosotros no podemos hacer eso, nosotros presentamos una alternativa al terrorismo”. Al terrorismo, según el presidente del PP, “se le derrota” y “no sirve de nada analizar las causas y las razones”, reiterando que “tampoco se puede invitar a los terroristas a dialogar”.


“A los terroristas que se les gana con la Ley y con los instrumentos del Estado de Derecho y la autoridad moral de la Democracia”, enfatizó, y volvió a preguntarse si “alguien se cree” que con los procedimientos del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, “se ataca al terrorismo”.


Recordó que la lucha contra el terrorismo es muy difícil pero destacó que “requiere acuerdos entre todos, eficacia policial, leyes y la aplicación de las mismas y utilizar los instrumentos del Estado de Derecho”, además de tener alianzas “con aquellos países que comparten nuestros mismos principios”.


Sobre los atentados de Londres, Rajoy criticó el hecho de que al Gobierno “le han molestado” algunas declaraciones que se han realizado al respecto y reiteró que no es mentira “decir las diferencias que hubo en Londres y en España”, ya que en Londres no se ha acusado al Gobierno “de imprevisión política”, nadie “se ha manifestado delante de las sedes del Partido Laborista” ni tampoco nadie “le está exigiendo al Gobierno que diga ya qué es lo que ha ocurrido, quién ha sido, cómo lo ha hecho y por qué no se ha evitado”.


Así, se preguntó si “es que la situación es la misma que en España” o si “se puede decir la verdad”, además de que si “tenemos que callarnos porque al Partido Socialista le molesta que se le digan cosas que son verdad, son hechos objetivos no juicios de valor”. “Yo no estoy dispuesto a callarme la verdad, moleste a quien moleste”, repitió.


Mariano Rajoy criticó la política exterior del Gobierno que cuenta “como socios privilegiados” con países como Venezuela o cuyos líderes “nos dejan tirados en los temas más importantes” y recordó que con el Gobierno del PP “ya estábamos en el corazón de Europa y hemos liderado la lucha contra la delincuencia y contra el terrorismo”. Por el contrario, consideró que durante los últimos meses lo único que se ha hecho ha sido “ceder a todo”.


Según Rajoy, el problema reside en que “hay algunos que no entienden que es compatible llevarse bien con todos con defender los intereses generales de su país”. “Eso es lo que no ha hecho nuestro presidente del Gobierno”, lamentó.


Asimismo, planteó “qué culpa tenemos los demás de que no les guste que simplemente se refleje la realidad objetiva del cómo se ha votado la ciudad olímpica de 2012” ya que “todos sabemos lo que pasó”. Así, señaló que “a veces no le damos importancia a la política exterior, pero cuando hay temas importantes se ve la importancia de la política exterior”. Rajoy subrayó que “es mi obligación decirlo, si le molesta, lo siento mucho, para que tome nota de cara al futuro y no tome decisiones equivocadas que afectan al futuro de los españoles”.

El PP más cerca del gobierno.

Por otra parte, confesó que ha sido un año difícil para el PP, aunque destacó que en estos momentos “conservamos intacto todo el apoyo del 14 de marzo con todos nuestros electores” y avanzó que los últimos estudios “demuestran que la distancia se ha acortado respecto” de la última cita electoral y que cada vez “la confianza de los españoles en el presidente del Gobierno es menor”, hecho que atribuyó a su política antiterrorista, a su política exterior y a que no sabe “qué quiere hacer con España”.


En este sentido, cuestionó “qué quiere hacer” el presidente del Gobierno con España, denunciando que “a quién le importa” el debate sobre la reforma de la Constitución, de los estatutos y de la financiación cuando a la gente lo que le interesa son temas como el agua o la creación de empleo. Así, aseguró que la reforma del Estatuto de Cataluña no le importa ni a la mayoría de la población de esa comunidad, por lo que reiteró que “a quién le importa ese debate”.


Por el contrario, subrayó que “para mí España es una nación y creemos en la unidad nacional y en la igualdad de todos los españoles, vivan donde vivan”. Por tanto, aseveró que “no nos vamos a apuntar” a lo que Zapatero “está haciendo en España porque tenemos principios y convicciones que coinciden con la inmensa mayoría de los españoles”.


Así, anunció que el Gobierno tendrá “la oposición contundente del PP” si acepta que unas comunidades tengan privilegios sobre otras. Insistió en que el Gobierno “no se preocupa de lo esencial”, sino de temas “que no importan a nadie” y lamentó que sea un Ejecutivo que “no toma medidas económicas, que deroga leyes y que no plantea alternativas”. “Ha puesto a España patas arriba”, sentenció. 

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