El secretario de Defensa, Rober Gates, ha esperado a que Myanmar aceptase la llegada de los cooperantes para denunciar la responsabilidad de la Junta en la muerte de “decenas de miles de personas” por no haber aceptado la ayuda internacional inmediatamente.

Según Robert Gates, secretario de Defensa
Gates, en una Conferencia sobre Seguridad que se celebra en Singapur, afirmó que todos los gobiernos que han intentado hablar con la antigua Birmania para que recibiese alimentos, ropa y cooperantes se han encontrado con unas autoridades que no devolvían las llamadas.

El Pentágono no entiende las razones por las que la ayuda no podía ser transportada en buques militares. A juicio de Estados Unidos, no es algo razonable si se tiene en cuenta el alcance de una tragedia de dos millones y medio de refugiados.

El argumento que utilizó la Junta para no recibir nada que viniese transportado por los soldados estadounidenses es que la Casa Blanca les ha impuesto sanciones, desde hace años, a los miembros del gobierno y muchos de sus familiares. Por otro lado, los dirigentes políticos del país temían que los ejércitos extranjeros pudieran influir en sistema político de Myanmar.

Como ha informado Diario Exterior, la ONU calcula las dimensiones de la tragedia en dos millones y medio de víctimas y ha protestado porque los supervivientes están siendo obligados a volver a sus aldeas, situadas en las zonas más devastadas por el ciclón, y a vivir en ellas. Por otro lado, Naciones Unidas considera, en contra de la opinión de la Junta, que primero debe distribuirse la ayuda humanitaria que se necesita para luego concentrarse en las tareas de reconstrucción