La realidad de la WEB 3.0, es decir el desarrollo de Internet que cambiará el panorama que conocemos por otro más interactivo y donde las redes sociales se convertirán en los máximos protagonistas, es una prioridad para la Unión Europea, que quiere encabezar la nueva revolución.

Objetivo: WEB 3.0
La Comisión Europea reconoció que el 25% de los europeos utilizan las webs que permiten un alto grado de interactividad y que esa era una señal suficiente para que Bruselas se pusiera a trabajar en los incentivos que facilitarán la adaptación de las empresas y las personas a este nuevo contexto.

Pero esa no es la única señala que la Comisión identifica en su informe. En los últimos doce meses, se ha duplicado el porcentaje de europeos que tenía acceso a banda ancha de dos megabytes por segundo o más. Esto les ha proporcionado al 79% de las zonas rurales la posibilidad de ver la televisión online.

La Comisión anuncia que las nuevas aplicaciones tecnológicas convertirán la red en un “Internet de los objetos”, con constante interacción de máquinas, vehículos, aparatos, sensores y muchos otros dispositivos. Este sinfín de trastos será el asfalto de una verdadera autopista de la información. Dentro de sólo siete años, mayoría de los teléfonos europeos permitirán a sus usuarios interactuar con los demás a un precio tan competitivo como el de los ADSL.

“La Web 3.0 significa la posibilidad de hacer negocios, crear redes sociales en cualquier momento o en cualquier lugar, sin discontinuidad, mediante redes rápidas fiables y seguras”, señala en un comunicado la comisaria de Sociedad de la Información, Viviane Reding. “Debemos asegurarnos que la Web 3.0 se haga y utilice en Europa“.

Para Reding las claves para convertir a Europa en la líder del próximo paso de las telecomunicaciones serán invertir intensivamente en infraestructuras avanzadas y favorecer todo lo posible la competencia y la libertad de elección de los consumidores comunitarios.