Economía y Sociedad, Europa

Gonzalo Robles: “Iberoamérica ya no es una prioridad para la cooperación española”

“No sé cuáles son los intereses pero la política exterior de este Gobierno es no molestar a Chávez”. Así resume Gonzalo Robles el lugar que desempeña España en los diversos frentes de actuación internacional. Portavoz del Partido Popular en la Comisión de Cooperación del Congreso de los Diputados, Robles fue consultado por Diario Exterior sobre diversos temas de la actualidad nacional y, en particular, sobre el recientemente aprobado Plan Director de la Cooperación Española.


Cuando le preguntamos a Gonzalo Robles, portavoz del PP en la comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Congreso de los Diputados, que piensa del rumbo actual que sigue la política exterior española, contesta rápido y sin dudar "No sé cuáles son los intereses pero la política exterior de este Gobierno es no molestar a Chávez"

El cartel de "no molestar" está muy demandado en la Moncloa. "No molestar" al dictador cubano Fidel Castro en relación a los disidentes cubanos presos y gestionar el fin de las sanciones a Cuba por parte de la Unión Europea. "No molestar" a Néstor Kirchner pidiéndole explicaciones sobre el estado de las inversiones españoles en Argentina. "No molestar" al rey alauí Mohamed VI requiriéndole su colaboración con la contención de la inmigración marroquí y la búsqueda de terroristas de ese país. "No molestar" al eje París – Berlín exhortándole a no romper el Pacto de estabilidad con el ordenamiento de las cuentas fiscales. Y "no molestar" al populista Hugo Chávez, porque nos cae simpático su populismo tercermundista y porque nos encarga que le fabriquemos algunos barcos,

Cuba, Colombia, Venezuela…Irak

"Lo que hay que decir respecto a Cuba es que –a pesar de la buena sintonía que existe entre la dictadura de Castro y este Gobierno- el Centro Cultural Español de La Habana hoy continúa cerrado a todos los cubanos y españoles que quieran disfrutar de sus instalaciones", dice Gonzalo Robles. Cabe recordar que el cierre de ese centro español fue una respuesta opresora de Castro a las sanciones impuestas por la Unión Europea, recientemente levantadas.

Respecto a Colombia, Robles recuerda que el Gobierno de Aznar apoyó la cooperación con ese país en base a la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico controlado por los terroristas de las FARC. "En su momento España otorgó 100 millones de dólares al Plan Colombia, sin complejos, cultivando el fortalecimiento institucional en la región", recuerda. En la actualidad, el cambio ha sido radical y ahora España firma acuerdos por venta de facilidades militares a Venezuela, país sospechado de amparar a miembros de las FARC.

Lo mismo cabría decir en relación a Irak, país que el Gobierno anterior consideró tema prioritario con la vista puesta a alcanzar la ansiada democratización y estabilización, rehabilitando hospitales y colegios, además de enviar apoyo militar para garantizar la seguridad y la ayuda humanitaria. Con la llegada de Zapatero al poder, Irak dejó de importar…. hasta las elecciones. Allí el manifiesto triunfo de la democracia echó por tierra los discursos y hubo que salir a decir, como hizo Moratinos, que este Gobierno había apoyado las elecciones con 20 millones de dólares de créditos FAD y 400 mil euros para el despliegue de las fuerzas de la OTAN en la región.

Discordancia entre la Cooperación y la política exterior

Esto parece dejar en claro la discordancia que existe entre los objetivos de la política exterior española y los objetivos de su Cooperación. Robles lo especifica con las críticas que se le hizo al actual Plan Director de la cooperación que según él "es un listado de buenas intenciones sin el apoyo administrativo suficiente para ser llevado a cabo".

A su juicio, el documento ha llegado "demasiado tarde y carece de un marco presupuestario, tal como obliga la Ley de Cooperación", pese a que, afirmó, los borradores previos sí presentaban unos presupuestos elaborados. Asimismo, criticó lo que interpretó como una "dispersión importante de las prioridades geográficas y sectoriales", ya que el Plan hace referencia a "más de 60 países". "El que mucho abarca, poco aprieta", aseveró Robles.

Aparte, Robles criticó la "falta de definición" de la reforma de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y lamentó que entre los países prioritarios "los hispanos son una minoría". "Iberoamérica ya no es una prioridad, y creo que es un error porque siempre ha sido un prioridad histórica y nuestra inversión más eficaz y rentable", señaló.

Cifras maquilladas

Para alcanzar sus objetivos, el Plan prevé –según la AECI- un incremento de la cantidad de la ayuda oficial al desarrollo (AOD), para que alcance el 0,3 por ciento este año, pero Robles explica que la falta de un marco presupuestario claro hace que esos números sean imposibles de alcanzar. "No es verdad que España esté en la senda de cumplir con el compromiso del Gobierno de duplicar al porcentaje del PIB destinado a la AOD a lo largo de la legislatura, hasta alcanzar el 0,5 por ciento del PIB en los presupuestos de 2008. Esto es puro maquillaje", asegura.

"Es cierto que se han aumentado los créditos de Fondos de Ayuda al Desarrollo (FAD) -mecanismo de financiación ligado a la contratación de bienes y servicios a empresas españolas- y los instrumentos de conversión de deuda pero la cooperación directa ha bajado considerablemente", dice Robles agregando que "en términos absolutos no vemos que se alcancen los porcentajes previstos".

Quizá la mayor falencia de este Plan Director sea que la cooperación se limita a transferir profusas sumas de dinero olvidando "influir y fortalecer –dice Robles- el sistema internacional en conformidad con los objetivos de una política para el desarrollo: plantear exigencias de eficacia administrativa, así como una mayor coordinación del sistema de ayuda multilateral. Fomentar la promoción de una buena gobernanza, del combate a la corrupción y del respeto a los derechos humanos y la democracia es lo que no se ve en este Plan Director", concluye el portavoz del Partido Popular.

Gonzalo Robles

Fue presidente nacional de las nuevas generaciones del PP entre 1983 y 1987, período donde también fue Concejal por el Ayuntamiento de Madrid. Diputado desde la tercera hasta la sexta Legislatura, es graduado en Administración de Empresas, alcanzando un Master en Administración en el IESE por al Universidad de Granada. José María Aznar le nombró Secretario de Estado y Delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, puesto que ocupó desde 1996 hasta 2003. Ese año dejó ese cargo para ocupar la Secretaría de Estado para la Extranjería y la Inmigración hasta 2004. En marzo fue elegido diputado nacional, encabezando la lista del PP por Salamanca. Es el actual portavoz del Partido Popular en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Congreso de los Diputados y secretario ejecutivo de Interior y Seguridad. 

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