Algunos españoles sabemos, una vez más, que alguien está dispuesto a defender la libertad, incluso la nuestra.

Editorial
La respuesta unánime del parlamento británico a los atentados terroristas del 7J
se conocía ayer. Hoy Diario Exterior lo trae a su portada. El ministro británico
de defensa, John Reid, ha mandado un mensaje claro al pueblo británico y a la
comunidad internacional: El Reino Unido no se retira de Irak.

Es un
mensaje claro, nítido y contundente al terrorismo y a los terroristas, a sus
autores y planificadores. Blair ha dicho también que el peso de la justicia
caerá sobre ambos.

Desde España, duelen estas palabras y también
confortan. Duelen pues produce bochorno y verguenza todo lo que aquí sucedió
durante, después del 11M y el largo año vivido ya. Confortan pues algunos
españoles sabemos, una vez más, que alguien está dispuesto a defender la
libertad, incluso la nuestra.

También los teletipos nos han servido las
palabras del líder de la oposición, Michael Howard: “…no hay que culpar a
nadie, solo a los autores, estamos juntos y unidos…y a su tiempo (lo que ha
sucedido) lo analizaremos juntos…”.

En España todavía retumban por las
calles y en las ondas los airados gritos: ¡Asesinos!

Nada es eterno.