Ramón Buckley conoció a Miguel Delibes cuando preparaba su tesis doctoral, en 1965. Desde entonces se ha convertido en uno de los más importantes especialistas en la obra del escritor vallisoletano. En este volumen no pretende hacer crítica literaria ni escribir una biografía (la de Ramón García Domínguez, Miguel Delibes de cerca, es para el autor la más completa).
Su intención es analizar la estrecha relación que existe entre el autor y su obra, es decir, cómo las circunstancias históricas, políticas, familiares que vivió Delibes están muy presentes en el proceso de elaboración de sus principales novelas.
No se trata de una obra fácil, pues a la hora de analizar el contexto, las ideas sociales, morales y políticas del momento, el mundo interior del autor… se puede acabar cayendo en interpretaciones escoradas, superficiales y hasta fantásticas. Por lo general, las observaciones que hace Buckley sobre las obras de Delibes suelen ser muy certeras y se nota su amplio conocimiento de su narrativa y de la novela española contemporánea. Sin embargo, resultan cuestionables sus valoraciones en terrenos más resbaladizos, como puede ser la religión, la política y la moral, donde lo sociológico se impone sobre cualquier otro tipo de análisis.
Por ejemplo, cuando analiza el contexto histórico de la novela El hereje (1998), Buckley no duda en justificar la reforma protestante como un síntoma de libertad absoluta y de oposición a la intolerancia del catolicismo. También resultan polémicas sus apreciaciones sobre la decisión de Juan Pablo II de pedir perdón en nombre de la Iglesia por los errores cometidos por los cristianos a lo largo de los siglos, pues para Buckley ese gesto es síntoma de orgullo prepotente.
Aunque no sea algo a lo que le dedique mucho espacio, Buckley insinúa que la opinión de Delibes sobre el aborto, que quedó patente en un conocido artículo periodístico reproducido por el diario ABC en día de su fallecimiento, cambia con el paso de los años. Superficial resulta el análisis que hace de la novela Mi idolatrado hijo Sisí, que interpreta en función de las opiniones de la Iglesia sobre la familia católica y los métodos de control de la natalidad. Y también son chocantes sus valoraciones sobre el desarrollo y alcance del Concilio Vaticano II.
Más certero resulta su análisis de la importancia que tuvo la publicación en 1950 de El camino, obra que constituye un antes y un después en la narrativa de Delibes. Esta obra provoca un cambio en la manera de escribir, de contar las cosas, de dar vida a sus personajes. Después vendrían obras tan difundidas como Diario de un cazador, La hoja roja, Viejas historias de Castilla la Vieja… Su visión de los problemas de Castilla los aborda en su novela Las ratas, una de las más conseguidas, en la que describe literariamente lo que le fue imposible publicar, por la censura, en el diario El Norte de Castilla, del que era director.
Cinco horas con Mario es una novela que analiza el impacto que causó en la sociedad española el Concilio Vaticano II, mientras que el análisis que dedica a Señora de rojo sobre fondo gris le sirve a Buckley para hablar extensamente de Ángeles de Castro, la mujer de Delibes, fallecida en 1974, un año antes de que Delibes ingresara en la Real Academia Española con su discurso S.O.S. (El sentido del progreso en mi obra), que explica también la importancia de la naturaleza en su vida y en su obra.
Miguel Delibes, una conciencia para el nuevo siglo recupera anécdotas sobre la vida de Delibes que explican mejor el nacimiento de algunas de sus obras, los escenarios en los que se desarrollan y la elección de determinados personajes. También contribuye a entender mejor el alcance de algunas de ellas y las motivaciones que llevaron a Delibes a escribir algunos de sus libros en un momento dado. Eso sí, a la hora de las ideas y de las interpretaciones, son discutibles algunas de sus conclusiones.
Autor: RAMÓN BUCKLEY
Destino.
Barcelona (2012).
282 págs.
19,50 €.
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