Ante el derrumbamiento del tercer banco de Europa, los españoles se preguntan si podría pasarles algo parecido con los bancos donde tienen sus ahorros. Este miedo es el que el vicepresidente económico Pedro Solbes ha querido desterrar afirmando que los ciudadanos pueden estar “muy tranquilos” con sus entidades de toda la vida.
No prevé rescatar ninguna entidad financiera
Durante la presentación del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2009, Solbes ha remarcado una y otra vez la solvencia de bancos y cajas españoles y recordó que España dispone de un importante mecanismo para la protección de los ahorros.
La preocupación se palpaba en el ambiente. Con palabras como “no corren peligro” o “pueden estar tranquilos” el Ejecutivo intentaba aplacar la peor enfermedad que podría socavar el sistema financiero: desconfianza de sus clientes. Flotaba en el ambiente el ejemplo del Washington Mutual, que se hundió porque sus ahorradores, aterrados, sacaron 11.000 millones de euros en tan sólo diez días.
Han llegado a preguntarle a Solbes si el Gobierno tenía previsto el rescate de alguna entidad financiera. La respuesta no ha satisfecho a nadie. Si algún día fuera necesario tomar decisiones al respecto, ha dicho el ministro, las tomarían. Por otro lado ha querido dejar claro que el Ejecutivo está alerta porque “todas las partes implicadas” siguen de forma “discreta” la evolución del sistema financiero desde el verano de 2007.
“Estamos convencidos de que el sistema español no tiene ningún peligro”, aclaró Solbes con rotundidad.
Pero no todo fueron palabras sino que el responsable económico del Gobierno señaló que las provisiones cíclicas a las que obliga el Banco de España y la evolución de las emisiones de activos permitían pensar que no había activos “tóxicos” en el sistema financiero español. Por otro lado, aseguró que las necesidades de las entidades financieras, al ser a más largo plazo que las de los países donde han quebrado los bancos, tienen un margen de maniobra mucho mayor.
Previamente, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, había señalado que no tiene noticia de que ningún banco o caja español tenga problemas en este momento y ha destacado la “solidez” del sistema financiero español, gracias a la política de “rigor y control” del Banco de España.
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