Pensamiento y Cultura

SPQR. Una historia de la Antigua Roma

Nada hay en SPQR de admiración por Roma, ni tampoco de esa actitud humilde con la que el erudito hablaba de la historia como “maestra”

A diferencia de otros autores que idealizan la historia romana, Mary Beard, profesora de clásicas en Cambridge, pretende antes que nada desmitificar el entramado legendario y mitológico urdido por los propios romanos –y por sus inocentes admiradores más tarde– para dar sentido a su pasado y, sobre todo, para justificar sus desmanes. Nada hay en SPQR de admiración por Roma, ni tampoco de esa actitud humilde con la que el erudito hablaba de la historia como “maestra”. Esta historiadora inglesa, conocida por las polémicas que ha provocado su confesada vocación “subversiva”, recorre la historia de Roma desde su mítica fundación hasta el año 212 d. C., cuando el emperador Caracalla extendió la ciudadanía a todos los hombres libres del Imperio.

Beard sospecha en general de las fuentes existentes, pues considera que la historia siempre la escriben, desgraciadamente, los vencedores. Es un relato de clase, por decirlo de alguna manera, que oculta la opresión y las injusticias, y tiene una finalidad política. Por eso rastrea minuciosamente los descubrimientos arqueológicos, traduce las inscripciones o saca conclusiones con el fin de lograr una comprensión exacta de los hechos culturales, políticos y sociales que ocurrieron durante ese periodo. El libro, así, adquiere cierto aire de refutación global a todas esas retrospecciones utópicas tan habituales y busca, en definitiva, dar a conocer ese otro lado de la historia que las rememoraciones imaginativas, para bien o para mal, sortean.

SPQR evita la narrativa simplista que diferencia entre buenos y malos –los romanos no son ni héroes ni villanos– y presta atención a la desigualdad económica, al poder popular, a la posición de la mujer, la familia, la religión o la escasa previsión de los emperadores. En ese cuestionamiento generalizado de las evidencias, la historia de Roma está lastrada por el continuo enfrentamiento fratricida y la lucha por el poder así como por su destino azaroso. La construcción de la República llevó varios siglos, pero ya en el II a. C. se empieza a perfilar un declive de sus instituciones.

Los romanos fueron bárbaros y violentos, sí, pero no más que otros muchos pueblos. Y la expansión no fue resultado de una decisión, sino un proceso gradual que los llevó a acercarse a otros territorios, pactando con ellos y respetando normalmente sus tradiciones. No pudieron resolver la flagrante división entre ricos y pobres, entre otras cosas porque estos últimos eran despreciados, y ese enfrentamiento, a su juicio, se agudizó tras la Constitución de Caracalla, que transformó definitivamente el imperio.

Entonces, ¿qué se puede aprender de los romanos? En realidad, nada, dice explícitamente Beard. A pesar de la herencia romana que configura nuestra cultura, los romanos no pueden ser hoy un motivo de inspiración ni modelos para nosotros. Beard entabla una conversación con ellos, pero su mirada hacia el pasado esté filtrada por la perspectiva de hoy: la desigualdad, la relación con los extranjeros, el papel de la mujer, etc.

SPQR es una buena introducción al mundo romano y aunque permite que se conozca mejor su época, no deja de provocar distanciamiento con una cultura que conforma uno de los pilares de la civilización occidental. La mirada de Polibio, Cicerón, Plutarco o Tito Livio puede que no sea exacta, pero su riqueza interpretativa fue importante para la consolidación de unas instituciones y para la difusión de unos valores que, a pesar de ser violados en muchas ocasiones, forman parte hoy de nosotros. Y tal vez esto explique que todavía al cabo de los siglos sigamos discutiendo su legado.

 

Autor: Mary Beard

Crítica. Madrid (2016).
664 págs.
27,90 (papel) / 14,99 (digital).
Traducción: Silvia Furió.

 

© Aceprensa

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