En Alsacia, solamente, desde comienzos de año se han registrado dos decenas de actos antisemitas

 
El antisemitismo es un mal perverso, que aún no se ha erradicado de cuajo.

Prueba de esto es que, en las cercanías de Estrasburgo, en el cementerio de Sarre-Union (Bas-Rhin), miserablemente profanado en el año 2015, acaba de realizarse un conmovedor acto recordatorio, rehabilitando el lugar que fuera objeto de los atentados.

En Alsacia, solamente, desde comienzos de año se han registrado dos decenas de actos antisemitas, en su mayoría cobardes y repugnantes profanaciones de tumbas.

En la última profanación los responsables fueron cinco adolescentes, a los que se ha condenado con penas que van desde los 8 a los 18 meses de prisión y, además, a realizar 140 horas de trabajos comunitarios.

Alertando así, una vez más, sobre el perverso mal del antisemitismo que, con su profundo odio, provocara las grotescas profanaciones. Por esto, este alerta sobre este miserable flagelo no puede silenciarse, nunca.
 
 
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.