Oriente Próximo, Política

Bélgica y la paradoja del terrorismo en Israel

La lucha contra el terrorismo recién comienza en Occidente, pero desde hace 68 años un país libra esa batalla desde el punto de su nacimiento en el Medio Oriente, Israel.


A finales del 2015 y lo que va del año 2016, Europa ha sido azotada con el látigo terrorista en diferentes ocasiones, siendo las capitales de la Union Europea su punto más vulnerable y el preferido de estas agrupaciones. Primero fue Francia, distintos ataques simultáneos en la capital París nos mostraron la barbarie que es capaz de cometer un grupo de radicales islamistas en nombre de un Dios que según ellos los recibirá con 73 vírgenes en el paraíso, todo por morir en medio de una Yihad o Guerra Santa que libran contra el avance del resto del mundo. “Je Suis Charlie”, cuando fue el ataque a la sede de la revista Charlie Hebdo en el que fueron asesinadas 12 personas entre caricaturistas, periodistas y policías, poco después los perpetradores se identificaron  como afiliados a la rama de Al Qaeda en Yemen; y en segundo lugar “Je Suis París”en el ataque simultáneo organizado por el DAESH de noviembre pasado en el que murieron cientos de personas, inundaron las redes sociales y la condenatoria mundial no se hizo esperar, marchas se organizaron, Primeros Ministros, Cancilleres y representantes de los principales gobiernos del mundo fueron parte de ellas, hasta el grupo cyber-activista "Anonimus" se unió a la causa. La indignación fue total y mundial, nadie escondió su repudio ante los viles y cobardes atentados terroristas.

Los ataques prosiguieron, no sólo en naciones de Europa, sino también en el Líbano, la guerra en Siria continua inflando cada vez más la cifra de muertos, desplazados y refugiados; y en África, Boko Haram no cesa de asesinar, violar y secuestrar población cristiana. Fe de esto lo da el reciente atentado contra un grupo de universitarios en Kenia. La siguiente en la lista fue Estambul, capital de Turquía, ahí no sólo ocurrió un atentado terrorista, sino un vil ataque antisemita, sus víctimas principales eran un grupo de judíos. El mismo atentado acabó con la vida de civiles y turistas que recorrían los alrededores. 

Días atrás Bruselas fue el blanco del DAESH, la cifra supera los 30 decesos y más de 200 heridos en también ataques simultáneos entre el aeropuerto y el metro capitalino, el Primer Ministro Belga Charles Michel esbozó lo predecible: “Ha ocurrido lo que temíamos”,-en referencia al atentado-, sus palabras tenían una razón de ser ya que Bélgica es el país que más habitantes per cápita "aporta" a las agrupaciones terroristas en Siria e Irak, cientos de ellos han viajado y se han unido al DAESH, se calcula que 180 de ellos han regresado al país entrenados y radicalizados, listos para que al grito de “Allauh Akbar” sembrar el terror y el pánico. El móvil del ataque estriba también por el hecho de que el 18 de marzo se capturó en este país a Salah Abdesalam en Monlenbeek, quien fue el cerebro de los atentados de París de noviembre pasado. Y al parecer los ataques no se detendrán.

Hay consenso mundial en que cuando -como en los casos anteriormente mencionados- un grupo de individuos, actúa de manera aislada u organizada con el objetivo de desestabilizar el orden imperante y sembrar el pánico entre la población civil es un terrorista, su definición más acertada es: “Forma violenta de lucha política, mediante las cual se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de terror e inseguridad susceptible de intimidar a los adversarios o la población en general.” Al parecer esta definición no acoge a todos los países, o al menos eso es lo que parece.

Israel, una de las naciones más pequeñas del Medio Oriente, sufre a diario el flagelo del terrorismo a manos de agrupaciones como “Hamas” que controla la Franja de Gaza y a los palestinos radicalizados, “Al-Fatah”, “La Yihad Islámica” y “Hezbollah” o mejor dicho la sucursal de Irán en el Líbano. Pero para los medios internacionales, la prensa mundial y la casi totalidad de la Comunidad Internacional (Incluyendo al Secretario General de las Naciones Unidas), no es terrorismo lo que ocurre en Israel, sino una lucha de "dignidad" y "liberación" del pueblo palestino, lucha librada por agrupaciones terroristas a precio de sangre de civiles inocentes.Israel es el único país del mundo donde el terrorismo es una lucha nacional y justa. Los apuñalamientos, los atropellos, los disparos y los asesinatos de niños, mujeres y ancianos no representan actos de terror, sino de una lucha justa por la liberación de Palestina. En palabras sencillas: se vale matar.

Si bien es cierto no todos los musulmanes son terroristas, la gran mayoría de terroristas son musulmanes, se calcula que de los 1.600 millones de musulmanes en el mundo, el 30% piensa de manera radical, pero una minoría aun no definida es la que estaría dispuesta a volar en mil pedazos por 73 vírgenes y una pensión de Hamas. La lucha contra el terrorismo recién comienza en Occidente, pero desde hace 68 años un país libra esa batalla desde el punto de su nacimiento en el Medio Oriente, Israel.

Lic. Junior Jesús Aguirre Gorgona
Profesor Estudios Sociales y Educación Cívica
Correo: jaguirre89g@gmail.com

 

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