Oriente Próximo, Política

El conflicto de las peras y las manzanas

¿Es realmente Israel el problema cuando las dos masas territoriales palestinas no se ponen de acuerdo y existe una clara línea de separación entre Cisjordania y Gaza?


Reza un dicho popular que no se deben de confundir peras con manzanas, la comparación es sencilla, no hay que mezclar temas por más tentador y parecido que nos parezca, y mucho menos generalizar. Pese a esto, el señor Victor Hurtado Oviedo no acató dicha recomendación. Sino que fue más allá proponiendo una especie de "hibridización" de peras y manzanas, algo así como una  suerte de manipulación genética para crear una “man-pera". Con más buenas intenciones que con ideas claras, don Victor escribe en su artículo titulado “La Solución es un Israel Laico" publicado el domingo 27 de marzo, las razones por las cuales la mesa de negociaciones está cerrada y desde su perspectiva una solución a dicha problemática. Hay que ser claro y tajante en este punto, Israel no es el problema, un Estado binacional tampoco es la solución, y -lo que es peor e indignante- una “Solución Final” para los palestinos tampoco lo es, estos tres puntos son los que a lo largo y ancho de su escrito defiende y propone don Victor a lo largo de su escrito.

Primeramente señala que el conflicto Palestino-Israelí se encuentra total y completamente muerto, algo que no es del todo cierto, si bien las negociaciones se encuentran en un punto gélido, Israel, en la persona de Benjamín Netanyahu ha sido claro en que están esperando a la representación Palestina para continuar negociando. Si las conversaciones no han seguido desde el 2013 es por la insistencia de Hamas al seguir lanzando misiles, construyendo túneles y adoctrinado palestinos para que apuñalen judíos. ¿Cómo se puede negociar cuando el “líder" palestino no condena a los terroristas sino que los convierte en héroes nacionales? 

Históricamente los palestinos (representados por sus políticos) han tirado por la borda una, y otra, y otra vez cada propuesta puesta sobre la mesa; quizá la mayor oportunidad de paz, el “Plan Clinton” de partición, fue descartado por Arafat después de años de negociación, fiel a su doble discurso y lenguaje ambiguo, en medio de las negociaciones de Oslo se atrevió a esbozar desde Al Quds “Le haremos la vida insoportable a los judíos mediante la guerra sicológica y la explosión de la población”. Si bien es cierto la parte israelí del conflicto ha sido tajante en sus condiciones, este plan establecía incluso la división de Jerusalén y un éxodo total de los asentamientos en Cisjordania algo impensable con líderes mas belicistas de Israel como Dayan, pero que Yitsjak Rabin estuvo dispuesto a realizar. Arafat, fiel a su estilo de rechazar y no proponer (algo que Abbas emula muy bien) tiró por la borda el plan y decidió seguir "luchando por la liberación de Palestina" algo que económicamente le resulta más factible. Madrid, Oslo, Camp David y demás cumbres de paz con iniciativa israelí y respaldo internacional han sido rechazadas por la diplomacia palestina, y lo que es peor ¡sin propuesta alguna!

Abbas, al igual que en su momento Arafat, saben que firmar un tratado de paz significaría una traición total y una muerte segura a manos de los terroristas de Hamas, mientras sean capaces de mantener el Status Quo, Abbas seguirá siendo el hombre fuerte de Cisjordania y la paz no llegará.

¿Es realmente Israel el problema cuando las dos masas territoriales palestinas no se ponen de acuerdo y existe una clara línea de separación entre Cisjordania y Gaza? ¿Es Israel el problema siendo el único país en el Medio Oriente donde cristianos, judíos y musulmanes conviven y hasta tienen nacionalidad israelí? No, el problema no es Israel, el problema son los dirigentes palestinos -si se puede llamar así a una organización terrorista- que dicen no, no y no; no paz, no negociaciones y no reconocimiento; Tierras por paz o paz por tierras. 

En segundo lugar la fusión de territorios en un solo Estado (las peras y manzanas) representa la más quijotesca ocurrencia de don Victor, aunque no ha sido el único: líderes sionistas durante el Siglo XX antes de las resoluciones de la ONU en cuanto a la partición y las fronteras del 67, como Yehudá Magnes, Gershon Sholem, entre otros, proponían un único Estado pero este sería de carácter binacional, algo que posteriormente fue descartado por la inviabilidad de dicha ocurrencia. Es preciso recordar que los sectarismo en el Medio Oriente ni siquiera logran que las mismas dirigencias palestinas (Hamas y Abbas) que se supone luchan por un mismo objetivo logren ponerse de acuerdo, las polarizaciones chií y suní son otro claro impedimento que no permitirá llegar a un acuerdo concreto entre pares, y si a esto sumamos la psicología colectiva, los mitos nacionales y la percepción de la totalidad del mundo árabe que mira como un cuerpo extraño al pueblo judío en un Medio Oriente musulmán y homogéneo, dicha propuesta se vuelve hasta risible. No, Israel no es el problema, la religión tampoco lo es, el problema es, como hemos visto, Hamas y Abbas.

Y por último, alguien que dentro de sus ideas siquiera considere que una de las posibles soluciones al conflicto sea "matar a los palestinos" espero nunca esté sentado en una mesa de diálogo y negociación del conflicto, por el bien de los palestinos y los judíos.

Junior Jesús Aguirre Gorgona
Profesor Estudios Sociales y Educación Cívica
jaguirre89g@gmail.com

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