Tras la celebración de la Conferencia Anual Laborista, Gordon Brown ha adquirido una capacidad de liderazgo dentro de su partido que muy pocos conocían. Por contra, David Cameron vio como el protagonismo de su rival ensombrecía su programa y planes de futuro. Las encuestas siguen siendo favorables a los tories.

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La quincena final del mes de septiembre, Reino Unido celebró las Conferencias Anuales de los dos grandes partidos, laborista y conservador, cuya trayectoria había sido antagónica durante el último año. A priori y conforme se acercó el 20 de septiembre, fecha en que los laboristas iniciaban la suya, parecía que serían los temas de organización doméstica (labour) y la posible llegada al número 10 de Downing Street (tories) los que monopolizarían las agendas respectivas.

 

Brown esbozó las líneas maestras de su discurso en los días previos cuando declaró que la Conferencia Anual de 2008 llegaría en un momento de grandes cambios en la economía, la política, la demografía y la sociedad. El resultado, un panorama que nada tenía que ver con el de 1997, cuando el New Labour obtuvo el primero de sus tres triunfos consecutivos. Estos grandes cambios exigían "repensar" la ideología del partido.

 

De forma muy diferente afrontaban los tories su conferencia con respecto a las de los últimos años. No había habido ninguna derrota electoral reciente, ni nuevo líder que elegir, ni dimisiones mediáticas. La cita anual les llegaba con las encuestas favorables por 20 puntos de ventaja.

 

Ante la crisis económica, la apuesta tory por la unidad con el gobierno tuvo como primera traducción que su Conferencia tuviera un perfil menor con respecto a la laborista y como consecuencia de ello, la pérdida de una oportunidad para publicitar ante la opinión pública mundial su cambio ideológico. Los conservadores quedaron descolocados tras lo ocurrido la semana anterior en Manchester, donde pensaban que el laborismo iba a autodestruirse.

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Temas de Actualidad es una publicación editada por la Fundación Iberoamérica Europa. Diario Exterior ofrece regularmente a sus lectores el trabajo de prestigiosos intelectuales que analizan en pronfundidad los temas candentes de la actualidad global.

Alfredo Crespo Alcázar es Investigador de la Fundación Iberoamérica-Europa. Licenciado en Ciencias Políticas y Ciencias de la Información, está finalizando su tesis doctoral en el Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, donde ha trabajado los últimos 10 años.

Entre sus líneas de investigación destacan Reino Unidos y sus relaciones con UE; nacionalismos periféricos británicos; historia y perspectivas del Liberalismo; Australia como potencia regional en Asia Pacífico.

Ha trabajado en proyectos de investigación de la Universidad Rey Juan Carlos y la EGAP.

Más de una veintena de comunicaciones y ponencias en Congresos y publicaciones en revistas científicas.