El excelente periodista asturiano Mauro Muñiz, autor de “Sonetos de la sidra”, “La huelga”, “Larra” o “El felipismo en RTVE: la madre de todas las corrupciones” entre otras obras, fue el director de un periódico llamado Nivel que salió a la calle el último día de 1969 y no lo volvería a hacer más. La censura franquista tronchó con el primer ejemplar esta iniciativa periodística. A la historia de la laboriosa gestación y efímera existencia de Nivel dedicó Mauro Muñiz su tesis doctoral, calificada por el tribunal académico con un sobresaliente.

 

En esa tesis hay muchas reflexiones agudas, lúcidas y penetrantes. Según Mauro Muñiz, no hay pretensión más hipócrita que la de defender el bien común, porque si es “bien” y es “común”, no hace falta que nadie lo defienda, y si hay que defenderlo es porque alguien lo ataca, sin duda porque no lo considera un “bien” y en este caso no es “común”.

 

Algo parecido sucede ahora con la salud de nuestra economía. Si no hay la menor duda de su solvencia, ¿por qué hay tantos y tenaces empeños en desmentir la menor insinuación sobre su debilidad? O de verdad no hay la menor incertidumbre ni necesidad de plan de rescate alguno, y entonces sobra descalificar con tanto énfasis una y otra vez a los que titubean, o si, por el contrario, nos hace falta una terapia financiera de choque, lo mejor es admitirlo cuanto antes y nos están engañando. No sea que, como dice Mauro Muñiz, estemos ante un Gobierno que defiende el bien común.