Una sobria pero espectacular ceremonia ha tenido lugar en el centro ceremonial de Potocari, a las afueras de la ciudad bosnia de Srebrenica. Hace diez años, el lugar fue testigo del asesinato de ocho mil musulmanes por parte de las tropas serbias.El principal reproche ha sido hacia la ONU porque sus tropas, desplegadas en la zona, no protegieron al enclave musulmán de la masacre.

Fue la peor matanza en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial
Diez años después, los principales instigadores de esa matanza Radovan Karadzic y Ratko Mladic siguen en paradero desconocido. Los que lograron sobrevivir piden justicia. Son los féretros de 610 musulmanes bosnios asesinados en Srebrenica.

Sus restos, recuperados de diferentes fosas comunes han sido inhumados hoy en el Memorial de Potocari junto a otras 1327 víctimas de la masacre, apenas una muestra de los 8.000 varones bosnios que fueron asesinados por las tropas serbias al mando del general Ratko Miladic quien actuó por orden del ex presidente Radovan Karazic.

Pero tras 10 años de investigaciones, las víctimas siguen sin recibir justicia y los dos siguen en libertad. Sólo la divulgación de estas imágenes de la matanza hechas públicas por el Tribunal de la Haya que juzga al ex Presidente Milosevic removió las conciencias en la propia Serbia.

Boris Tadic, presidente de Serbia, afirma: “Lo que me hace particularmente difícil asimilar este crimen es que aquellos que cometieron estos asesinatos lo hicieron en nombre de mi nación”

Pero el “mea culpa” de los serbios no es suficiente. El 11 de julio de 1995, la sitiada ciudad de Srebrenica había sido declarada zona de seguridad por el Consejo de seguridad de la ONU que sin embargo abandonó a sus suerte a 20.000 refugiados tras la vergonzosa rendición de los 600 soldados holandeses que debían protegerles.