Europa, Política

El CDEB parte con ventaja para arrebatar el poder a los socialistas

EP- Bulgaria celebra elecciones parlamentarias con la oposición del partido de los Ciudadanos para el Desarrollo Europeo de Bulgaria (CDEB) preparada para dar un vuelco al poder, a tenor de la cómoda ventaja de hasta once puntos –según el margen más optimista– que ostenta sobre el partido Socialista, que podría encontrar graves dificultades para mantener la coalición actual de Gobierno con su socio proturco.

Elecciones en Bulgaria

 


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 La campaña se ha visto marcada por las acusaciones mutuas lanzadas por los líderes de ambos partidos, el alcalde de Sofía, Boiko Borissov, y el primer ministro socialista Sergei Stanishev, y en el contexto de una difícil relación con la Unión Europea (Bulgaria es miembro desde 2007), que el año pasado canceló al Ejecutivo búlgaro millones de euros en concepto de ayuda, en castigo por la incapacidad de las autoridades para contener la enorme corrupción desatada en el país.

   Estas negligencias se han convertido en el pilar central de la campaña del CDEB, que ha prometido iniciar una "limpia" en la administración. Por la parte que corresponde a los socialistas, al cada vez menor apoyo popular del que gozan hay que añadir que también se encuentran políticamente muy debilitados, sobre todo después de que el Tribunal Supremo revocara su propuesta para una reforma electoral que habría impedido a los pequeños partidos gozar de oportunidad alguna para acceder a la Cámara.

CON EL APOYO DEL PUEBLO

   El CEDB obtendría entre un 26 y un 30 por ciento de la intención de voto en los comicios legislativos frente a los socialistas, que contarían con entre el 19 y el 23 por ciento.

   El socio menor de la actual coalición de Gobierno, el Movimiento Turco para los Derechos y las Libertades (DPS) se llevaría en torno al 15 por ciento de los votos. El movimiento nacionalista Ataka se llevaría entre el 9 y el 11 por ciento, por un 7 por ciento de la derechista Coalición Azul, que tiene todas las opciones de convertirse en el socio menor de una coalición de Gobierno liderada por el CEDB.

   La encuesta anticipa un índice de participación de entre 55 y 60 por ciento, es decir, entre 3,5 y 3,7 millones de búlgaros dipuestos para depositar su papeleta, un 80 por ciento de los cuales había expresado previamente su deseo de cambiar el Gobierno actual. Otro sondeo del MBDB apunta entre un 65-68 por ciento de participación, entre 3,9 y 4,1 millones de personas.

CAMPAÑA DE DESPRESTIGIO

   El pasado jueves, en lo que podría ser su última comparecencia antes de las elecciones, el primer ministro Stanishev, declaró que la campaña se había visto marcada por tácticas de desprestigio y falta de ideas frescas, acusando a sus oponentes de ser incapaces de explicar cómo piensan gobernar el país y de ignorar cómo pueden conseguir buenos resultados.

   El primer ministro condenó la "agenda oculta" que llevan el CEDB y la Coalición Azul de Ivan Kostov y Martin Dimitrov, que han comparecido por separado en la campaña, pero con el propósito escondido de formar un Gobierno de coalición al término de los comicios.

   Kostov ha sido uno de los críticos más exhaltados de los socialistas búlgaros desde finales de los 90, cuando llegó al poder tras un largo período de crisis económica durante el penúltimo mandato socialista.

   Apoyado en esa idea, Stanishev indicó que "el pueblo debería saber que el CEDB no puede gobernar sin Kostov y que los que están votando por el CEDB van a devolverle (a Kostov) al poder".

   Stanishev criticó algunas de las ideas de sus oponentes, que han propuesto la firma de un acuerdo de garantías con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el propósito de proteger al país ante el empeoramiento de la crisis económica sobre un país que de por sí es el estado más pobre de todo el bloque europeo.

   "Los países que han firmado este tipo de acuerdos son incapaces de lidiar con la crisis y, en este punto, Bulgaria no es uno de esos países", declaró el primer ministro. "Y en segundo lugar, nadie está pensando en las consecuencias de tal acuerdo para el pueblo búlgaro, porque lo primero que nos va a pedir el FMI es que congelemos los salarios del sector público y limitemos la administración estatal", en declaraciones a la cadena bTV.

   El primer ministro declaró que el partido Socialista era el único que había declarado su intención de mantener el nivel de los salarios, pensiones y tasa de desempleo, así como los fondos para la pequeña y mediana empresa.

REFORMA ANULADA

   El pasado 12 de mayo, el Tribunal Constitucional anulaba la propuesta de reforma presentada por los socialistas y que instaba a reducir el porcentaje mínimo para entrar en el Parlamento del 8 al 4 por ciento, lo que dejaría fuera a bastantes grupos políticos.

   Otro de los contenidos de la propuesta abogaba por triplicar el subsidio de los partidos para incrementar la transparencia de la campaña.

   A pesar de los esfuerzos del actual Gobierno para mejorar su percepción pública, gran parte del electorado se encuentra hastiado por las negligencias cometidas por el Ejecutivo. "Estoy absolutamente harta de los que se encuentran en el poder", declaraba a Reuters Milka Stoyanova, una esteticista de Sofía.

   "Es difícil creer que el CEDB cambiará las cosas radicalmente, pero me parece que habrá algún cambio y por eso votaré por ellos", añadió.
 

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