“Si hubiera vivido en la Alemania del 33 hubiera luchado al lado de los judíos y si hubiera vivido en Palestina en 1948 hubiera luchado del lado palestino”, dijo el presidente colombiano Gustavo Petro el domingo en X, antes Twitter, tras el ataque sorpresivo del grupo terrorista Hamás contra Israel. Petro inundó el domingo por la mañana la plataforma X con sus reflexiones sobre el conflicto y desató una polémica con el embajador israelí.
“Gustavo Petro, en las manos del ejército terrorista de Hamás más de 100 ciudadanos israelíes fueron secuestrados de sus hogares”, contestó el diplomático israelí, Gali Dagan, en X. “El gobierno colombiano está por que no haya ni un solo rehén en todo el territorio de Palestina e Israel”, replicó entonces el mandatario.
El mismo domingo, la cancillería colombiana difundió un comunicado en el cual aseguraba que el gobierno “condena con vehemencia el terrorismo y los ataques contra civiles”. Este lunes se modificó el comunicado según la agencia AFP y se difundió una nueva versión en la que no se mencionaba la palabra “terrorismo” pero si una “enérgica condena a las afectaciones a civiles”.
La mayoría de los gobiernos de América Latina han condenado enérgicamente el ataque sorpresa de Hamás, clasificada como organización terrorista por la UE y Estados Unidos. Pero incluso después de este ataque sin precedentes contra Israel, la actitud ambivalente de algunos gobiernos hacia el conflicto en el Medio Oriente queda patente en las reacciones oficiales en la región.
Condenas tibias y ambigüedades
Desde el inicio de la guerra, que comenzó el sábado con un ataque sorpresa de Hamás contra Israel, han muerto en total más de 1.200 personas, muchas más han resultado heridas y más de 100 han sido secuestradas en la Franja de Gaza.
Bolivia intentó encontrar la respuesta más salomónica posible. Su Gobierno expresó su “profunda preocupación” por los “eventos violentos” ocurridos en la Franja de Gaza entre Israel y Palestina, y criticó la “inacción” de las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad ante estos acontecimientos.
Israel mantiene relaciones diplomáticas plenas con todos los países de Centro y Sudamérica y de la región del Caribe, excepto Cuba, Bolivia y Venezuela (los dos últimos rompieron relaciones con Israel en 2009).
Cuba y Venezuela fueron más contundentes y previsibles en sus reacciones. El gobierno cubano señaló que el conflicto es “consecuencia de 75 años de permanente violación de los derechos inalienables del pueblo palestino y de la política agresiva y expansionista de Israel”.
Venezuela tampoco condenó los ataques de Hamás y abogó por una “negociación genuina” entre Israel y Palestina para poner fin a la violencia en la Franja de Gaza”.
Bukele compara Hamás con las pandillas en su país
Por el contrario, destaca la respuesta del presidente de El Salvador, Nayib Bukele. “Como salvadoreño con ascendencia palestina, estoy seguro que lo mejor que le podría pasar al pueblo palestino es que Hamás desaparezca por completo. Esas bestias salvajes no representan a los palestinos”, consignó Bukele en la red social X.
“Cualquiera que apoye la causa palestina cometería un gran error al ponerse del lado de esos criminales. Sería como si los salvadoreños nos hubiéramos puesto del lado de los terroristas de la (violenta pandilla Mara Salvatrucha) MS13, solo porque compartimos ancestros o nacionalidad”, subrayó. Bukele declaró una “guerra” contra esas bandas al amparo de un régimen de excepción, que es cuestionado por diferentes organizaciones de derechos humanos.
Chile y su comunidad palestina
El Gobierno de Chile, donde reside la mayor comunidad de origen palestino fuera de Oriente Medio, también manifestó su “absoluta condena” a los ataques contra Israel y expresó sus “condolencias a las familias de las víctimas, y su solidaridad con el pueblo de Israel”.
Mientras, la Comunidad Palestina de Chile publicó un comunicado en el que reafirma que cree en “la búsqueda de una solución pacífica con pleno respeto al Derecho Internacional y los Derechos Humanos”. A su vez, recuerda “los 75 años de violaciones sistemáticas (de los derechos palestinos) cometidas por Israel”.
Argentina y su comunidad judía
En un comunicado de prensa, la comunidad judía de Argentina “condena enérgicamente la brutal ofensiva asesina del grupo terrorista Hamás contra Israel”. Argentina cuenta con una población de entre 300 y 400 mil judíos, la mayor de Latinoamérica y la quinta del mundo. El presidente argentino, Alberto Fernández, expresó en X su “enérgica condena y repudio al brutal ataque terrorista perpetrado por Hamás desde la Franja de Gaza contra el Estado de Israel.”
Brasil, que ocupa actualmente la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU, también condenó los ataques contra Israel. En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores brasileño pidió la “máxima moderación” a todas las partes para evitar una escalada de la situación.
El Gobierno de México subrayó la necesidad de una solución de fondo al conflicto. “México favorece una solución integral y definitiva al conflicto, bajo la premisa de dos Estados, que atienda las legítimas preocupaciones de seguridad de Israel y permita la consolidación de un Estado palestino política y económicamente viable que conviva con Israel dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas de conformidad con las resoluciones pertinentes de Naciones Unidas”, sostuvo la canciller mexicana Alicia Bárcena.
Información elaborada por Gabriel González Zorrilla para DW.