El diseño sueco y las tecnologías sostenibles estarán ahora al servicio de millones de refugiados de todo el mundo gracias a nuevas casetas presentadas por Ikea y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Acnur y la Fundación de la compañía sueca Ikea, han unido sus fuerzas para encontrar mejores hogares para los refugiados. Ikea ha desarrollado un refugio que mejorará la vida de los millones de desplazados por conflictos o desastres naturales.
Para la compañía sueca, los niños son lo “más importante del mundo” y por ello quiere proporcionar “un lugar seguro al que llamar hogar” a todos los pequeños que carecen de él en zonas conflictivas, como la situada en la frontera entre Etiopía y Somalia, donde han comenzado a probar sus nuevos refugios.
Estos nuevos hogares han supuesto un coste de aproximadamente 750 euros cada uno, y tienen una vida útil de tres años. Para facilitar su transporte, se almacenan en paquetes compactos, ya que están hechas a partir de materiales ligeros, que son consistentes y que en cuatro horas se pueden montar. Además, posee un panel solar a modo de tejado que permite que el refugio cuente con electricidad, facilitando tareas necesarias que de otro modo no pueden llevarse a cabo, como cocinar o hacer los deberes.
Ese panel solar, también permite que la temperatura interior de la casa se pueda regular, permitiendo tener una temperatura menos calurosa durante el día y no tan fría durante la noche. De este modo, la calidad de vida de sus usuarios aumenta notablemente; y más teniendo en cuenta que, de media, son personas refugiadas durante unos 12 años.
Hasta la llegada de las Flat pack shelter, los
refugiados contaban con tradicionales tiendas de lona, que apenas duran seis meses -por las condiciones climáticas-, carecen de electricidad -lo que limita su uso a partir de las seis de la tarde, cuando anochece- y aumentan el calor y el frío del exterior.
Estas viviendas constan de 17,5 metros cuadrados, y en ellas pueden acomodarse hasta cinco personas. El objetivo de la Fundación es que comiencen a funcionar a partir de octubre de 2013.
De acuerdo con los datos más recientes proporcionados por el ACNUR, en 2012 en todo el mundo más de 45 millones de personas estuvieron en condición de
desplazamiento forzoso debido a las guerras o desastres naturales.
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