África, Política

Los Presidentes son vitalicios en África

En este continente sin horizonte político claro, han surgido algunos movimientos que son un rayo de esperanza.

Entre el 19 y el 21 de septiembre, 32 personas murieron en Kinshasa en protestas contra el presidente Joseph Kabila que pretende permanecer un tercer mandato en al poder, a pesar de que la Constitución lo prohíba. Pero Kabila no es un caso aislado en África. Varios países sufren convulsiones políticas por la obsesión de sus presidentes de perpetuarse en el poder.

Kinshasa. En la República Democrática del Congo debería haber elecciones presidenciales el próximo noviembre. Pero el presidente Kabila, en el poder desde 2001, se empeña en organizar un “diálogo nacional” que le serviría para seguir gobernando el país. El poder explica al que quiere oírlo que hace falta un diálogo para pactar unos nuevos plazos electorales. Pero se hace difícil creer que gente que no ha respetado la Constitución durante diez años sea capaz de respetar un compromiso político sin ninguna obligación jurídica.

Tras los disturbios, el diálogo fue suspendido y los participantes tienen miedo de publicar el calendario electoral que, según diversas fuentes, debe permitir a Kabila seguir en el poder durante dos o tres años.

Mandatos sin límite

Otros presidentes africanos se resisten también a dejar el poder. Después de dos mandatos a la cabeza de Burundi, el presidente Kurunziza ha estimado que su primer mandato no era constitucional, por haber sido elegido por una asamblea y no por el pueblo como prevé la Constitución. De ahí la necesidad de un segundo mandato constitucional para él. Para la oposición se trata de un tercer mandato. Después de su victoria electoral sin un candidato de la oposición por estar en la cárcel o en el exilio, Burundi ha caído en una guerra civil que no ofrece porvenir.

En Uganda, el presidente Museveni será candidato de por vida por falta de un límite constitucional que lo impida. Su adversario en la última elección presidencial está bajo arresto domiciliario desde un día después de los comicios, lo que le ha impedido reclamar legalmente una revisión de los resultados.

Desde 1979 el presidente del Congo-Brazaville es Dénis Sassou Nguesso. A pesar de una interrupción entre 1992 y 1997, cuando la Conferencia Nacional llevó a la presidencia a Pascal Lissouba, Nguesso volvió al poder tras una guerra civil. Dénis Sassou será también presidente de por vida, al haber hecho saltar los dos cerrojos que podían impedírselo: el límite de dos mandatos y la edad.

Poniéndose el disfraz de demócratas, muchos presidentes africanos organizan elecciones para el consumo exterior, pero sin pensar en la posibilidad de abandonar el poder. En Gabón, tras de la muerte del presidente Bongo, es el hijo el que ha heredado el trono familiar. Después de haber ganado las elecciones en solo una provincia de nueve, Alí Bongo pretende haber triunfado por una diferencia de 6.000 votos sobre Jean Ping, lo que ha provocado trastornos y muertos. Todos los expertos son unánimes en que es imposible ganar las elecciones habiendo triunfado solo en una de nueve provincias, una que es el feudo natal de Bongo. Pero el Tribunal Constitucional, presidido por su madrastra, ha confirmado a Alí Bongo como el presidente elegido.

Silencio de la Unión Africana

Así, las elecciones en África son un K.O. político contra la oposición, pues el vencedor es conocido de antemano. “No se organizan elecciones para que venga un opositor y las gane”, decía el difunto presidente Bongo. El hijo ha aprendido bien la lección.

Pero ningún dirigente africano, empezando por la presidenta de la Comisión de la Unión Africana, Nkosazana Dlamini-Zuma, ha condenado estos atracos electorales y constitucionales. Quizá influye que haya sido impuesta por su marido, el presidente sudafricano Jacob Zuma, que a su vez es contestado y se ha visto envuelto en escándalos de corrupción y de mal gobierno. ¿Cómo condenar a los que la han elegido ayer?

Después de los muertos en Gabón, Dlamini propone, como de costumbre, una mediación y sus buenos oficios para legitimar el engaño a través de un gobierno de Unión Nacional. Jean Ping acaba de rechazar esta mano tendida de Bongo. ¿Por cuánto tiempo?

África está retrasada en su desarrollo. ¿Cómo podría desarrollarse en estas condiciones? Después de cada elección, hay saqueos, destrucciones de propiedades de los líderes de la oposición, arrestos arbitrarios, cierre o destrucción de medios de prensa opositores, cortes de Internet, etc. Algunos muertos nunca serán incluidos en la cuenta macabra de esos presidentes identificados con el Estado, al haber sido enterrados en fosas comunes o arrojados a los ríos.

África se muere sin que Occidente haga nada. ¿Qué fue del derecho de injerencia humanitaria? Parece que esto se aplica solo en Libia, cuando un presidente europeo quiere acabar con un líder molesto, o en Irak para destruir la potencia militar que inquieta a algunos aliados y repartirse las concesiones petrolíferas.

¿Para mantener la paz en África hay que conformarse con monarquías o presidentes de por vida? Muchos de estos tienen diplomas de universidades y escuelas prestigiosas, pertenecen en algunos casos a las mismas logias, y otros son incluso pastores evangélicos, pero da lo mismo.

Movimientos juveniles esperanzadores

En este continente sin horizonte político claro, han surgido algunos movimientos que son un rayo de esperanza. “Y’en a marre” (Ya basta), nacido en Senegal en 2011, ha sido uno de los elementos decisivos contra un tercer mandato de Abdoulaye Wade. Entre los líderes de este movimiento hay estudiantes, raperos y jóvenes cuadros. “Balai citoyen” (Escoba ciudadana) salió a la luz en Burkina Faso el 29 de junio de 2013, durante la marcha ciudadana organizada en Ouagadougou contra la tentativa del presidente Compaoré de modificar la Constitución para obtener un tercer mandato. Dos de los líderes de este movimiento –Smockey y Sam’s Kle Jah– son músicos.

“Filimbi” (silbato en swahili) se invitó al debate democrático el 15 de marzo en Kinshasa contra la reelección presidencial y en favor de la organización de elecciones en el plazo previstos. En esta ocasión, dos líderes de “Y’en a marre” y uno de “Balai citoyen” fueron detenidos y acusados de tentativa de insurrección.

“La Lucha” (lucha por el cambio) nación en Goma, en el este de la RDC, una zona en la que la guerra ha causado millones de víctimas sin que a menudo se sepa quién es el responsable. Algunos miembros de este movimiento han pasado más de un año en prisión por haber denunciado las masacres en el Este sin que el Estado las solucione. Y hoy día son el catalizador de movimientos cívicos en esta parte de la república.

La diferencia de estos movimientos con otras organizaciones juveniles es que son gestionados sin una estructura jerárquica. Compuestos de artistas, de jóvenes cuadros de empresas, bien educados, han decidido intervenir en el campo político sin hacer de esto una profesión.

Estos grupos de jóvenes son una esperanza para África a pesar de las tentativas de infiltración y de corrupción por los poderes establecidos en esos países. Las redes sociales como Facebook y Twitter son los instrumentos de su éxito y constituyen su fuerza motriz. Por eso los gobiernos africanos no dudan en cortar la señal de Internet cada vez que hay manifestaciones políticas de la oposición o disturbios a raíz de tentativas de fraudes electorales.

© Aceprensa

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