“¿Ilegal en el Reino Unido? Vete a casa o prepárate para el arresto”, reza en letras gigantes en uno de los dos camiones que han circulado estos días por los barrios de Londres. La campaña publicitaria promovida por la Home Office pretende disminuir el número de inmigrantes ilegales que viven en el país.
Desde la semana pasada, varios camiones recorren distintos barrios de Londres con una publicidad que señala la cantidad de arrestos realizados contra indocumentados en la zona, e invita a llamar a un número para ser deportado “sin miedo a ser detenido”, según informan medios españoles.
“Vete a casa o enfrenta un arresto”, es el mensaje principal de la campaña impulsada por el Ministerio del Interior británico, que también incluye el reparto de volantes y la publicación de avisos en diarios. El ideólogo de la campaña fue el secretario de Inmigración, Mark Harper, quien admitió que el objetivo “es hacer más difícil a las personas el vivir y trabajar ilegalmente en el Reino Unido”.
El secretario de Negocios del Ejecutivo, Vince Cable, calificó la campaña de "estúpida y ofensiva" en una entrevista, pero el portavoz del Primer Ministro la ha defendido firmemente. "Este proyecto piloto que se está realizando en la actualidad tiene como objetivo la orientación (de los inmigrantes ilegales) y está funcionando", ha asegurado. Incluso Nigel Farage, líder del Partido de la Independencia, que aboga por frenar la inmigración y cortar las relaciones con la Unión Europea (UE), dijo que el “tono de los carteles es repugnante, desagradable y de un estilo Gran Hermano”.
La campaña ha sido criticada por numerosos sectores, al considerar que el contundente mensaje ´vuelve a casa´ recuerda a las pintadas racistas que eran comunes en el país hace una generación. Estos mensajes son mostrados sobre una fotografía de primer plano de unas esposas.
Se calcula que más de 200.000 continúan viviendo en el Reino Unido con el visado caducado, de ahí la puesta en marcha de esta campaña publicitaria que, aunque los camiones ya no están en circulación, cuenta con carteles pegados por seis barrios de Londres con el mismo mensaje. También constaba en la parte superior derecha del vehículo el número de inmigrantes arrestados en aquella semana en la zona, un dato que muchos creen que pretende infundir el miedo en los extracomunitarios.
A pasar de las críticas, el Gobierno ha secundado la propuesta ya que defiende que deportar voluntariamente a los inmigrantes es más barato que detenerlos y devolverlos a su país por la fuerza. Según el portavoz del Primer Ministro, David Cameron, la campaña está funcionando y se plantean extenderla en otras ciudades del Reino Unido.
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