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Volodymyr Zelensky. Fuente: (Twitter).

Volodymyr Zelensky. Fuente: (Twitter).

Zelensky pidió a Europa evaluar el plan de China para detener la guerra en Ucrania

A un año de la invasión lanzada por Putin sobre Ucrania, China, el aliado estratégico más importante de Moscú se expresó lamentando el sufrimiento del pueblo ucraniano. Beijing sorprendió con una comunicación diplomática inesperada en la que ofreció a trabajar en la resolución de la crisis. En esa dirección, envió a la Unión Europea (UE) un documento en el que fija su posición y ofrece mediar un acuerdo que ponga fin a la guerra en Ucrania.

Ante la novedad, Washington manifestó su desconfianza en la sospecha que China puede estar dialogando con Putin para ayudarlo de manera concreta en áreas de tecnología y sistemas de armas aéreas. Estados Unidos cree que la estrategia china con la UE se produce en el marco de una táctica de seducción con la que Beijing busca generar “una grieta” entre Washington y Bruselas. Por el momento, la UE no se ha pronunciado sobre el ofrecimiento de Beijing; no obstante, hay un moderado optimismo en varios dirigentes europeos.

Al ofrecerse como pacificador, Xi Jinping está tratando de mostrarse interesado en la búsqueda de una solución al conflicto alejándose de su aparente neutralidad frente la comunidad internacional. Al mismo tiempo, estaría buscando fortalecer y edulcorar la imagen de China a nivel global. Sin embargo, más allá de los distintos motivos que el líder chino persiga, lo cierto es que Beijing intuye que el fin de la guerra es relevante a sus intereses y con ello busca fortalecer su posición en el tablero político y económico global.

Aunque las partes involucradas se manejan con rigurosa reserva, la dirigencia europea aun no respondió qué temperamento adoptará con la propuesta de china deberán unificar un criterio sobre su posición. El punto principal es que los dirigentes europeos no se han puesto de acuerdo respecto de la confianza y credibilidad del documento chino ya que Beijing se esforzó por colocarse en una posición de neutralidad sumamente difícil de sostener desde el primer día de la invasión rusa. El ministerio de Relaciones Exteriores chino se declaró neutral al votar en la Asamblea General de la Naciones Unidas, pero al mismo tiempo se niega a condenar la invasión de Rusia sobre Ucrania argumentando su decisión en los mismos fundamentos de la campaña de desinformación de Moscú. Por otra parte, China incremento el comercio de petróleo y gas ruso por debajo de los precios internacionales aplicando tasas de descuentos a los productos de Putin. No obstante, los movimientos de Beijing han sido estrictos y cuidadosos en las transacciones comerciales para no cruzar las líneas rojas de las sanciones impuestas por Occidente a Rusia, de hecho varios acuerdos financieros de Bancos de Inversión chinos relacionados a infraestructura y proyectos conjuntos en áreas de hidrocarburos fueron frenados por Beijing.

No obstante, la conducta mostrada por China en relación al conflicto durante todo el año de guerra hizo que Bruselas y Washington califiquen su postura como de una neutralidad pro-rusa donde Beijing preserva sus intereses aprovechando el escenario internacional para ampliar el volumen de sus negocios con Occidente. Esta posición China genera dudas sobre la credibilidad y confianza de su plan de pacificación en funcionarios europeos y estadounidenses quienes creen y han afirmado que Beijing evalúa brindar ayuda militar letal al presidente Putin. No obstante, el propio presidente Biden contradijo declaraciones de altos cargos y funcionarios de su administración expresando no creer que Beijing brinde tal ayuda a Moscú.

Como sea, el año de la guerra de Rusia en Ucrania tuvo su precio en materia económica y afectó la reputación de China. La operación militar de Moscú rompió con los principales postulados de la política exterior de Beijing y mostró que China aplica de forma selectiva su respeto por la soberanía y la no interferencia en asuntos internos de otros países. Por otra parte, las implicancias y consecuencias de la guerra en la economía global demando a China un alto costo y consecuencias que no ha podido disimular. Beijing posee cerca de un tercio de la deuda de los países en desarrollo y la guerra aumentó el riesgo de incumplimiento de los pagos en varios países.

El ofrecimiento diplomático chino presentado en Bruselas resalta algunos aspectos centrales para finalizar el conflicto y como dato de color para la región Latinoamericana fue apoyado por el presidente Lula de Brasil. El borrador de la entente china insiste y ratifica su conocida posición durante el último decenio sobre “abandonar la mentalidad de la Guerra Fría”, pero al mismo tiempo se posiciona claramente en favor de Rusia pidiendo que sean levantadas las sanciones occidentales en su contra. Esto llevó al presidente estadounidense a declarar en conferencia de prensa que el plan de China aparece como inviable en la medida que no se enfoca en la neutralidad sino que beneficia unilateralmente a Rusia. También los círculos cercanos a Biden se han expresado indicando a los medios que el plan presentado por Beijing no es más que “una esperanza diplomática y una expresión de deseos” que no llega a ser un plan factible de ser puesto en práctica.

Para varios funcionarios de la administración Biden, la doble vara de la diplomacia china es inocultable; por un lado llama al cese de las acciones militares y abrir conversaciones de paz argumentando que el diálogo y la negociación son la única salida al conflicto armado. Por otro, tal llamado carece de una ruta programática de acción concreta y no exige a Moscú ningún testimonio o conducta bien intencionada que sirva como base para abrir las conversaciones. Ello genera que en principio la administración Biden se oponga al plan de Beijing sostenido que con ese movimiento diplomático China busca cuidar su reputación y no arriesgar su capital político en la defensa Vladimir Putin, quien hoy ya no su socio fuerte de hace dos años atrás.

Bruselas sigue en línea con el pensamiento de Washington, ambas capitales piensan que si los ucranianos dejan de luchar Putin se ocuparía de que Ucrania desaparezca; contrario sensu, si Moscú retira sus tropas de suelo ucraniano la guerra terminaría. El documento de Beijing también expresa algo con lo que todo Occidente acuerda al colocar a China en una posición favorable contra la amenaza del uso de armas nucleares y destrucción masiva, la UE y Washington han rescatado sólo ese punto en favor de Beijing.

En ese escenario, funcionarios estadounidenses y europeos mantienen escepticismo ante la propuesta china. No obstante, el presidente Zelensky declaró a la prensa que considera una señal positiva que China aporte una propuesta de paz y pidió a la UE considerar y dar a conocer el documento diciendo que está listo para reunirse con el primer mandatario chino Xi Jinping. Conocidas la declaraciones del presidente ucraniano, varios funcionarios de la OTAN indicaron que sería prudente que también Joe Biden adhiera a la posición de Zelensky.

A pesar de las reservas del caso, cuando se habla de China puede ser una tentación descartar cualquier documento u oferta que provenga de Beijing, no obstante, lo cierto es que la propuesta presenta aspectos negativos pero también algunas ventajas para que la administración Biden ponga a prueba sus intenciones y explore opciones de resolución al conflicto en curso. En consecuencia, es una buena oportunidad para que sea la propia China quien muestre hasta donde está dispuesta a generar condiciones favorables para llevar adelante negociaciones que pongan fin a la guerra de Putin en Ucrania.

En relación a Ucrania, transcurrido un año de guerra el sufrimiento y la destrucción ha superado cualquier parámetro imaginable y ya no tiene mucho más que perder. En consecuencia, Europa y Estados Unidos deberían pensar que vale la pena jugar “la ficha” china y confirmar definitivamente si Beijing toma en serio la oportunidad que se le ha presentado.

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