El matrimonio Obama tiene hoy un patrimonio neto común que ha sido estimado en unos 135 millones de dólares. No sólo de pan vive el hombre, parece obvio.
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La actividad política parece enriquecer (correctamente) a muchos
La lectura de la noticia me impactó mucho, reconozco. El ex presidente de los EEUU, Barak Obama, acaba de comprarse una casa, pagando por ella la friolera de once millones setecientos mil dólares. Está emplazada en Martha’s Vineyard, en el estado de Massachusetts.
La casa en cuestión estaba en venta desde el año 2015 y por ella se pedía, de inicio, prácticamente el doble del precio que aparentemente fuera finalmente acordado. La casa tiene siete dormitorios y ocho baños y medio, esto es siete baños completos y un toilette.
El vendedor aparentemente sería el dueño de los “Boston Celtics”, un famoso equipo de básquet del país del norte.
La casa anterior en la que vivieron los Obama tuvo, en su momento, un precio de ocho millones cien mil dólares. El salto cualitativo parece evidente.
Michelle Obama, que hoy cobra más de doscientos mil dólares por acceder a pronunciar un discurso, acaba de recibir 65 millones de dólares, por adelantado, por la publicación de sus “Memorias”. Su esposo no se queda atrás. Ha percibido cincuenta millones por una producción de Netflix, en la que el ex presidente colaborará.
El matrimonio Obama tiene hoy un patrimonio neto común que ha sido estimado en unos 135 millones de dólares. No sólo de pan vive el hombre, parece obvio.
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.
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