Con un abrazo, el presidente George W. Bush recibió el jueves en su hacienda privada al presidente colombiano Alvaro Uribe, en el inicio de un encuentro de varias horas con una agenda centrada en la lucha contra el terrorismo y las drogas.

Estados Unidos elogia los logros del ´Plan Colombia´
Uribe arribó a la propiedad presidencial en un helicóptero de la Fuerza Aérea, y descendió para recibir inmediatamente el saludo de Bush, quien arribaba conduciendo él mismo su camioneta acompañado de su esposa Laura.

“Bienvenidos a mi rancho”, dijo Bush en español dirigiéndose a reporteros colombianos presentes en el helipuerto ubicado en las afueras de la población de Crawford, de sólo 700 habitantes.

Luego Bush saludó a Uribe con un abrazo, posó con el líder colombiano y la esposa de éste Lina Moreno, y Laura Bush, para luego invitar a sus huéspedes a abordar su camioneta blanca.

Bush se ubicó en la silla del conductor junto a Uribe, reservando el asiento posterior para las esposas, y emprendió la marcha hacia la casa matriz donde esperaba dialogar por unas dos horas y luego ofrecer una rueda de prensa conjunta.

Preguntado por reporteros cómo se sentía al arribar al lugar, Uribe dijo: “Muy bien, muy bien… muy contento de estar aquí”.

Uribe arribó minutos después de las 10.00 a.m. (1500 GMT). La rueda de prensa está prevista para unas dos horas más tarde.

El subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, Nicholas Burns, elogió los logros del “Plan Colombia” y reiteró el apoyo de Washington a la desmovilización de miles de integrantes de los grupos paramilitares.

“Creemos que el Plan Colombia ha sido en los últimos años un gran éxito y un gran avance. (El encuentro Bush-Uribe) será una buena oportunidad para revisar los cimientos de nuestra amistad y alianza con Colombia”, afirmó en una conferencia telefónica desde Washington.

El conflicto civil en Colombia dura más de cuatro décadas y, a juzgar por las trabas y condiciones impuestas para el proceso de paz por los insurgentes, está lejos de resolverse, según los expertos.

Si bien la “mano dura” de Uribe ha logrado reducir la violencia en Colombia, aún no puede cantar victoria frente a los grupos armados, tanto de derecha como de izquierda, aseguran algunos observadores.