Las exportaciones uruguayas son, esencialmente, las provenientes de su fuerte sector agropecuario.

       
 La mitad de las exportaciones orientales del año pasado se dirigieron a China, la Unión Europea, y a los Estados Unidos. El rubro carne vacuna fue, a su vez, el que finalmente resultó ser el principal producto exportado al resto del mundo por los orientales. Le siguieron los lácteos. Y recién luego aparecen la soja y la celulosa.
 
El 56% de las exportaciones uruguayas ingresa a su destino respectivo con arancel cero. Esto, porque el país vecino tiene vigente toda una interesante red de convenios comerciales que resultan en aranceles ventajosos.
 
La cadena arrocera uruguaya genera, asimismo, fuertes ingresos por exportaciones, a Perú y Argelia, principalmente.
 
La carne uruguaya es, por lo demás, el único producto cárnico del Mercosur que hoy ingresa al Japón. Pero, recordemos, lo hace con aranceles del 38,5%. Muy altos, entonces.
 
Uruguay, por su evidente proximidad con el mercado argentino, es el país que aprovecha mejor las oportunidades que generan los continuados errores y desaciertos del gobierno de la Argentina, cuando de regular al agro y a los alimentos, en general, se trata. 
 
 
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.