El emblemático Jack Ma, pionero del e-commerce con su plataforma Alibaba, sigue siendo la mayor fortuna con USD 58.800 millones. Le sigue Pony Ma, el patrón de Tencent, gigante digital que edita entre otras la popular aplicación WeChat, con USD 57.400 millones.
Alguién dijo alguna vez que los maestros son siempre mejores que los aprendices. China y Evo, maestros del estatismo, le ganan a los “capitalistas” aprendices de maoísmo.
Los millonarios chinos nunca se habían enriquecido tanto como durante estas cuarentenas, cuando los principales magnates del gigante asiático han llegado a hasta cuadriplicar sus fortunas. Hoy, el dragón rojo cuenta con más multimillonarios que EE.UU., tiene 257 más que el año pasado, según Hurun (sin contar Hong Kong y Macao).
El emblemático Jack Ma, pionero del e-commerce con su plataforma Alibaba, sigue siendo la mayor fortuna con USD 58.800 millones. Le sigue Pony Ma, el patrón de Tencent, gigante digital que edita entre otras la popular aplicación WeChat, con USD 57.400 millones.
China fue el primer país “afectado por el nuevo coronavirus” y dice haber logrado prácticamente erradicar la epidemia. Cierto o no, con el mismo autoritarismo de raíz maoísta con el que el gobierno chino implementó los confinamientos, particularmente lucrativos para los gigantes de internet, ahora decidió que ya no eran necesarios y se levantaron con lo que el PBI de China aumentó un 4,9% interanual en el tercer trimestre.
Y Fitch Ratings pronostica que la economía china crecerá en 2020 un 2,7% mientras que Occidente inisiste con las cuarentenas destruyendo a sus países al punto que el PBI mundial caería -4,4%, el de EE.UU. -4,6% y el de la Eurozona hasta el -9,0%. Definitivamente pareciera que Evo Morales tuvo razón al decir que “China ganó la tercera guerra mundial sin disparar un arma”.
El mismo Evo cuyo partido, el MAS, y su delfín, Luis Arce, profesor de Economía entre otras universidades en Harvard y Columbia, ganaron las elecciones en Bolivia. Es que, por un lado, Arce fue el ministro de economía de Evo que produjo el “milagro boliviano”.
Sin dudas ayudado por el alto precio de las materias primas como el gas y la soja, pero también porque, más allá del discurso y los amigos populistas, hizo un gobierno más prolijo que, por caso, el desordenado presidente argentino de aquel momento que, por el contrario, tenía amigos y discurso pro mercado pero hizo lo contrario, un gobierno, en los hechos, aún más estatista que el de Evo.
Entre 2010 y el 2018, la economía boliviana supuestamente creció anualmente por encima del 4 %. Luego de que se fue Evo, el crecimiento comenzó su declinación hasta situarse en 2019 en 2,2 %. Y en 2020, por culpa de las cuarentenas a las que se enfrentan los sindicatos amigos del MAS pidiendo ir a trabajar, Bolivia encara su peor año económico en décadas. Diversos analistas estiman que la recesión puede provocar en 2020 una caída de -5,9 % del PBI.
Para colmo de males, desde que se fue Morales de manera desordenada hacia fines del año pasado, el gobierno interino prometió elecciones a la mayor brevedad. Se convocaron primero para mayo, después en septiembre y finalmente se celebraron un año después, argumentando complicaciones por la “pandemia de coronavirus”. Así las cosas, lo extraño hubiera sido que no ganara Evo.
En fin, esperemos que la situación no se agrave. Después de más de una década, Australia participará durante noviembre en maniobras militares navales, denominadas “Malabar”, juntamente con EE.UU., Japón e India en un contexto de preocupaciones por la militarización del gigante asiático y su creciente influencia en la región.
*Asesor Senior en The Cedar Portfolio y miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California
@alextagliavini
www.alejandrotagliavini.com
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