La décima edición del Índice Global de Terrorismo (GTI, por sus siglas en inglés) del Instituto para la Economía y la Paz, publicada ayer, estima que el terrorismo causó 6.701 muertes en todo el mundo en 2022. A pesar de esta elevada cifra, ésta es un 38% inferior a la registrada en 2015 y representa un descenso del 9% respecto a 2021. Las muertes en 2022 se produjeron en 42 países y 121 de los países incluidos en el informe no registraron víctimas mortales, la cifra más alta desde 2007.
El índice mide el impacto directo e indirecto del terrorismo en 163 países en términos de atentados, vidas perdidas, heridos, rehenes, daños a la propiedad y los efectos psicológicos que el terrorismo tiene en la población. Tal y como se destaca en el informe recientemente difundido, “el terrorismo es dinámico y, aunque el cambio global en los últimos tres años ha sido mínimo, se han producido fuertes subidas y bajadas del terrorismo en muchos países durante este periodo, especialmente en Níger, Myanmar e Irak.”
Por países, Afganistán encabezó el índice, lo que le convierte en la nación más afectada por el terrorismo en 2022. A escala mundial, el grupo terrorista más mortífero el año pasado fue Estado Islámico (EI), con 1.045 muertes atribuidas y 644 heridos en 410 atentados registrados.