América, Economía y Sociedad

La energía solar debe crecer mucho más para ser rentable

Las bondades de la energía de solar son conocidas por todos pero, ¿qué hay de cierto en lo que las empresas nos venden como la panacea energética a modo de propaganda? ¿Son rentables las empresas de energías renovables pese a los altas subvenciones estatales?


SolarCity, la empresa de energía de Elon Musk, está llamando la atención con su nueva campaña publicitaria “Ra”. Pero estos atípicos comerciales dejan una pregunta sin respuesta: ¿Reduce en realidad la energía solar nuestra factura de la luz como afirma SolarCity?Mientras algunos estadounidenses creen que ahorran dinero instalando paneles solares, incluso hasta un 25% de descuento en su factura de la luz, la realidad no es tan linda.

Los gobiernos estatales y el federal invierten en energías alternativas como la solar, la eólica y la hidroeléctrica a través de subvenciones a las empresas que las producen. En otras palabras, estas empresas reciben dinero federal y estatal como incentivo para que, en teoría, Estados Unidos reduzca su dependencia de los combustibles fósiles. SolarCity, por ejemplo, ha recibido más de $2,500 millones en ayuda del gobierno desde su fundación en 2006. Pero este dinero no cae del cielo sino que proviene de impuestos federales y estatales. Por tanto, los contribuyentes americanos tienen que pagar esos enormes subsidios a las grandes empresas de energía solar.

Recientes estimaciones muestran que sólo los subsidios a la energía solar cuestan unos $39,000 millones al año en dinero de los contribuyentes. (Y esto sólo tiene en cuenta los subsidios federales directos. Los gobiernos estatales subvencionan la energía solar aún más con recortes de impuestos y programas de descuentos). Sin siquiera instalar un panel solar, el contribuyente ya está pagando el precio de la energía limpia.

El hecho de que las grandes empresas de energía solar dependen tanto de estas subvenciones arroja luz sobre sus deficiencias: Estos proveedores de energía no son lo suficientemente rentables como para sobrevivir sin la ayuda del gobierno. El Instituto de la Competencia Empresarial (Competitive Enterprise Institute) señala que en el momento que se les retiran los subsidios –como sucedió recientemente en Nevada– empresas como SolarCity no pueden competir eficazmente con sus homólogos no subvencionados. Como dijo alguna vez Warren Buffet, “[La energía alternativa no] tiene sentido sin el crédito fiscal”.

Este desequilibrio destaca la persistente importancia de la energía tradicional. Como hemos ilustrado anteriormente, los combustibles fósiles y el gas natural responden por dos tercios de la electricidad que usamos. La energía nuclear representa un 20% adicional. La energía solar responde por menos del 1% de la producción energética del país.

Esto significa que dar la espalda a los combustibles fósiles o al gas natural –de lejos nuestras mayores fuentes de electricidad– sería un proceso muy costoso e incluso podría dar lugar a la escasez generalizada de la energía.

Las innovaciones en las tecnologías de extracción de petróleo y gas natural han servido para que alcancemos la independencia energética prácticamente la próxima década. Sin embargo, nadie ha descifrado la manera de aprovechar la potencia del sol sin el patronazgo del gobierno. Los desarrolladores de energías renovables deberían utilizar esta ocasión para desarrollar energía solar rentable para cuando la necesitemos en lugar de ir penosamente sobre las espaldas de los contribuyentes del país.

© Libertad.org

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