América, Economía y Sociedad

¿Quién crea los empleos?

En un intento por ayudar a una economía aletargada, muchos políticos recurren al gobierno por ayuda para crear empleo. Pero ¿quién crea realmente los empleos?


Afortunadamente, se trata de una pregunta que se puede responder con datos. Según el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, 117.5 millones de americanos están empleados en empresas y compañías; es lo que se conoce como el “sector privado” (este número incluye a los 22.4 millones de americanos autoempleados que dirigen empresas unipersonales).

Por otro lado, el Departamento de Trabajo informa de que 21.9 millones de americanos son empleados del gobierno, ya sea federal, estatal o local; es lo que se conoce como el “sector público”. Estas dos categorías componen el total de los 139.4 millones de americanos empleados, lo que significa que el 84.2% de los trabajadores americanos son empleados de empresas privadas.

Pero, ¿responden por sí solos estos datos a la pregunta de quién crea empleo? Bueno, sí y no. Mencionar que los 117.5 millones de trabajadores del sector privado vieron cómo sus puestos de trabajo “se creaban” cuando fueron contratados es una simple observación que hasta un político debería ser capaz de entender. Al mismo tiempo, también es cierto que las empresas han tenido muchas dificultades para crear empleo estos últimos años.

De hecho, desde 2007 las empresas sólo han creado una cantidad neta de 1.5 millones de empleos, mientras que la población ha crecido en alrededor de 20 millones. Hay multitud de teorías que explican esta pobre creación de empleo, pero pocas negarán que las empresas (al igual que un gran número de americanos) han afrontado numerosos contratiempos económicos en años recientes.

Muchos políticos y comentaristas sugieren que el gobierno debería ponerse manos a la obra y crear más empleos en el sector público para los americanos. Pero eso no es tan fácil. Como el gobierno no crea su propia riqueza para pagar los empleos en el sector público (a diferencia de, por ejemplo, una pizzería que paga sueldos con sus ingresos), el gobierno debe pagar sueldos con el dinero de los impuestos o pidiéndolo prestado. Y cada dólar extra de los impuestos gastado en empleo público significa un dólar menos para que lo gastemos comprando, por ejemplo, pizzas y autos o contratando a profesores de piano para nuestros hijos.

Como resultado de ello, se crean menos empleos en el sector privado.

En este sentido, los empleos públicos son a costa del empleo en el sector privado.

Más empleo público requiere más impuestos para poder pagarlos. Eso significa menos dólares para crear empleos en el sector privado, lo que significa menos gente a la que cobrarle impuestos. Esa espiral descendente ha llevado a la bancarrota a muchas grandes naciones en la historia e incluso a algunas grandes ciudades de Estados Unidos. Por tanto, cuando analizamos este asunto un poco más de cerca, vemos que el sector privado crea no sólo la mayoría de todos los empleos, sino también muchos de los empleos del sector público porque éstos se crean a partir de los impuestos.

© Information Station

Publicado en Libertad.org

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