Pensamiento y Cultura

La UE inicia un estudio sobre las publicaciones científicas

La Comisión Europea analiza el sector europeo de la publicación científica (el más importante del mundo) en crisis debido a las nuevas tecnologías de la información.

CIENCIA
La actividad científica de alto nivel está indisolublemente ligada al conocimiento de los resultados de la misma y a su concreción en forma, por ejemplo, de patentes. El vehículo de intercambio de conocimientos para la actividad científica es la publicación. La publicación de los resultados se hace en revistas denominadas “científicas” por toda una serie de factores entre los que destaca el rigor y la evaluación.

La importancia del dónde y cuánto se publica es tal que, mediante la aplicación a esta información de indicadores bibliométricos y cienciométricos, la publicación científica se convierte en baremo para la evaluación de la calidad en la investigación y para la asignación de recursos.

Muchos científicos se quejan de la “tiranía” que las revistas científicas ejercen a la hora de admitir publicaciones. No son pocos los científicos que pagan de sus bolsillos para que sus trabajos sean finalmente publicados.

En la actualidad, el número de revistas científicas publicadas en el mundo sobrepasa los 20.000. Anualmente, 1,5 millones de artículos científicos son publicados en todo el mundo. Europa está a la cabeza con un 41,2% del total mundial de publicaciones científicas, comparado con el 31,4% de USA.

En los diez últimos años, el aumento anual medio de los precios de revistas científicas se aproxima al 10%, una cifra superior a la evolución del PIB y a las tasas medias de inflación, lo que perjudica especialmente a las Universidades, sus principales usuarias.

Pero el sector de la publicación científica ha sufrido grandes transformaciones debido a las nuevas tecnologías de la información (hoy una publicación de cada cinco es accesible on line) y a la evolución económica del sector de la publicación.

El debate sobre el futuro de la publicación científica se inició en octubre de 2003, con la declaración de Berlín pidiendo un acceso más libre al conocimiento. Por todo ello, la Comisión Europea ha iniciado un estudio sobre la evolución económica y técnica del sector de la publicación científica en Europa, cuyos resultados estarán disponibles en 2005. El objetivo es determinar las condiciones necesarias para el funcionamiento óptimo del sector y evaluar en qué medida la UE puede contribuir a satisfacerlas.

El estudio se centrará en las cuestiones de debate público actual, tales como el futuro de la revista científica impresa, el aumento del precio de las publicaciones en relación con la necesidad de acceso a la información de los investigadores, el libre acceso a los resultados de la investigación y el equilibrio entre los derechos de autor y los intereses económicos de los editores.

La rebelión de los científicos

En opinión del Comisario Europeo de Investigación, Philippe Busquin, “nuestro objetivo de crear un verdadero Espacio Europeo de Investigación y de dar más importancia a la investigación europea significa que debemos analizar el sistema de las publicaciones científicas”.

Iniciativas como la Biblioteca Pública de la Ciencia (PLoS), que en el año 2003 empezó a publicar en línea los resultados de estudios de alto nivel, sin coste ni límite alguno por acceder o utilizar los mismos, han llevado a plantar la urgencia del debate.

Sin embargo, no todos están de acuerdo en que el modelo de la PLoS sea el más adecuado. El editor jefe de la revista Science, Profesor Donald Kennedy, señala que en los campos mejor financiados de la investigación, como la biología (que es actualmente el centro de atención de la PLoS), el modelo que consiste en que el propio autor pague su publicación es plausible, pero que presentará verdaderos retos en los campos menos populares y bien financiados.

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