La acción preparatoria sobre investigación en materia de defensa de la UE contaba con un presupuesto de 90 millones de euros. Esta acción solo logró parcialmente predisponer a la UE a aumentar de manera significativa su gasto en defensa, así como allanar el terreno para establecer el Fondo Europeo de Defensa de 8 000 millones de euros, según un informe del Tribunal de Cuentas Europeo. Los proyectos financiados a través de esta acción preparatoria sufrieron limitaciones temporales, y los resultados no llegaron a tiempo para preparar el lanzamiento del Fondo Europeo de Defensa. La Comisión Europea y la Agencia Europea de Defensa (AED) extrajeron algunas lecciones útiles sobre cómo gestionar proyectos de investigación en defensa, pero la UE no tiene aún una estrategia a largo plazo para el citado fondo.
La Comisión Europea lanzó la acción preparatoria en 2017 como programa trienal para contribuir a la mejora de la competitividad y la innovación en la industria europea de defensa. El Ejecutivo UE aplicó el programa en cooperación con la AED. Por primera vez, el presupuesto de la UE se ha utilizado para apoyar la investigación y el desarrollo (I+D) en la industria de defensa. Los auditores evaluaron si esta acción preparó debidamente a la UE a incrementar su gasto en defensa a través del Fondo Europeo de Defensa, que se creó en 2021 y supuso un cambio radical en el volumen de financiación de la UE destinada a la I+D en defensa.
«La acción preparatoria brindó a la UE la oportunidad de probar las distintas opciones para financiar la investigación en defensa, pero los retrasos y los pobres resultados limitaron las lecciones extraídas que podrían aplicarse a su gran sucesor, el Fondo Europeo de Defensa», declara Viorel Stefan, Miembro del Tribunal responsable del informe. «La Comisión debe cooperar con los Estados miembros para desarrollar una estrategia a largo plazo, la cual es fundamental para el futuro del fondo como fuente principal de financiación de defensa de la UE».
Los proyectos que engloban la acción preparatoria avanzaron con lentitud, sufrieron retrasos y acabaron así solapándose con los del Fondo Europeo de Defensa. En mayo de 2021, cuando se publicaron las primeras convocatorias de propuestas del fondo, la mayoría de proyectos de la acción preparatoria aún seguían en curso. Más de la mitad de estos proyectos acababan de comenzar, o todavía no habían empezado, y solo dos se habían completado. Los retrasos ocurrían a menudo por el tiempo que hace falta para finalizar los acuerdos de subvenciones, debido en parte a los requisitos de seguridad que en ocasiones se consideraban excesivos, y por las restricciones del COVID-19. Los coordinadores de proyecto y los participantes de la acción preparatoria estaban concentrados en unos pocos Estados miembros que ya contaban con grandes industrias de defensa, como Francia, Alemania, Italia, Suecia y España. Agrupaciones compuestas por las mismas compañías participaban en varios proyectos, y para la gran mayoría de consorcios, la acción preparatoria era simplemente una prolongación de su cooperación previa.
Los proyectos de la acción preparatoria no se iniciaron con un plan para el posterior desarrollo de los resultados de investigación ni para organizar la transición hacia la producción y la contratación. En este contexto, los auditores advierten de que la Comisión no ha resuelto aún problemas estratégicos que pueden restar eficacia al impacto que se busca con los proyectos del Fondo Europeo de Defensa. Piden que el fondo cuente con una estrategia de defensa a largo plazo, y que esta se actualice periódicamente para adaptarse a los cambios en las amenazas a la seguridad. Debería orientarse a aumentar la presencia de tecnología desarrollada por el fondo en el sector de defensa de la UE, garantizar que las capacidades desarrolladas satisfacen las necesidades de las fuerzas armadas de los países de la UE, y reforzar la base industrial y tecnológica del bloque en el ámbito de defensa. Esta estrategia debería también definir si el fondo se concentra en muchos proyectos pequeños o en pocos, pero de mayor envergadura.
Información general
La UE no puede ser propietaria de activos militares. El Tratado de la Unión Europea limita esta actuación en defensa y restringe el uso del presupuesto de la Unión, que no puede financiar operaciones de carácter militar o defensivo. La actuación de la UE en defensa se limita a la política común de seguridad y defensa, centrada en las crisis y conflictos fuera de la Unión y sin aspiración a convertirse en una política de defensa colectiva europea. Por ejemplo, no existe una definición común de las amenazas. Esta limitación complica la planificación a largo plazo del gasto de la UE en este ámbito.
Esta es la primera auditoría del Tribunal en el ámbito de defensa. La acción preparatoria contó con el mayor presupuesto, con diferencia, de todos los proyectos piloto y acciones preparatorias de la UE entre 2014 y 2019: financió 18 proyectos dedicados a desarrollar tecnologías, tales como camuflaje adaptable, chalecos antibalas y sistemas láser. Sin embargo, tanto la acción preparatoria como el Fondo Europeo de Defensa se quedan pequeños frente a los presupuestos de I+D de defensa de los Estados miembros y los actores mundiales más grandes. Los proyectos de investigación en materia de defensa son generalmente a largo plazo: pueden durar 20 años o más antes de que puedan ser utilizados por los ministerios de Defensa. Los primeros proyectos del fondo se iniciaron en 2023.
El Informe Especial 10/2023 del Tribunal de Cuentas Europeo: «Acción preparatoria sobre investigación en materia de defensa – Se han extraído algunas lecciones, pero la falta de tiempo y los escasos resultados han reducido su valor como banco de pruebas para incrementar el gasto en defensa de la UE» puede consultarse en el sitio web del Tribunal: eca.europa.eu.